Juego de influencias en Murcia

La venta de los terrenos de la fábrica de Española del Zinc junto a Cartagena arrastra una polémica que parece no tener fin y que podría escribir su próximo capítulo en los tribunales. Heliopolis Invest, una de las tres sociedades que presentaron ofertas por ese suelo, en el que, después de acometer los pertinentes trabajos de limpieza de residuos y las obras de urbanización, se podrían edificar hasta 4.500 viviendas, ha anunciado su intención de impugnar los acuerdos del último Consejo de la industrial, entre los que se incluye la venta de esos terrenos a Opera Bona, uno de sus rivales en la puja, por 136 millones de euros.
En la sorprendente junta de accionistas del mes pasado en la que el Consejo de la compañía presidida por Juan Martínez Martínez dio a conocer la existencia de un acuerdo con la tercera sociedad en discordia, Quorum Capital Partners, por el que se le concedía un derecho de tanteo sobre la parcela, a pesar de haber ofrecido tan sólo 98 millones de euros, mientras que Heliopolis ya había puesto 125 millones encima de la mesa.
Por aquel entonces se rumoreaba sobre una tercera oferta, que fue la que finalmente se hizo con el gato al agua contra todo pronóstico, puesto que Heliopolis, a la par accionista de Española del Zinc con un 5%, mejoró su oferta hasta los 175 millones de euros.
Opera Bona, la sociedad afortunada en esta historia, se adjudicó los terrenos con una oferta de 138 millones de euros, y tras ella se amparan grandes promotores y constructores murcianos como Mariano Roca, Luis del Rivero, o José Manuel Loureda.
Distintas fuentes afirman que en la asignación de los terrenos han tenido mucho que ver las relaciones de amistad que unen a Roca con el presidente de Española del Zinc, o la del vicepresidente de la empresa Manuel Caballero, con el presidente y máximo accionista de Sacyr Vallehermoso. Sea como fuere, el objetivo de la industrial al deshacerse de estos codiciados suelos era hacer frente a una deuda que asciende a 32 millones de euros.