Jaque a Aifos

Las últimas acciones judiciales de la llamada Operación Malaya han lanzado un auténtico y potente torpedo a la línea de flotación de la inmobiliaria Aifos. Sus tres directivos principales fueron detenidos y dos de ellos, el presidente, Jesús Ruiz Casado, y el director general, Jenaro Briales, fueron enviados a prisión de manera incondicional por el juez que instruye el sumario.
Desde las anteriores detenciones en esta operación, la sombra de la sospecha había oscurecido todas las acciones de la empresa y había puesto en el punto de mira al presidente de la misma. Ya dije en anteriores semanas que era muy raro el paso por el Juzgado de Marbella del director comercial de Aifos, Francisco García Lebrón, que pidió comparecer nuevamente ante el juez tras dictar éste un auto de prisión que modificó por el de libertad bajo fianza tras la nueva declaración. Todos los rumores hacían pensar que había facilitado al juez datos y pruebas que podían comprometer gravemente a sus superiores. Como así parece ser que ha sido.
Es evidente que todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario pero, también lo es, que un juez no toma la decisión de enviar a prisión de manera incondicional a nadie sin tener pruebas consistentes de la comisión de un delito. En los últimos meses, la promotora con sede central en Málaga ha sido protagonista en los medios de comunicación por diversas denuncias de compradores de vivienda que se sentían estafados y por intermediarios internacionales. Los últimos acontecimientos no hacen más que poner en serio compromiso la viabilidad de la empresa y de sus actuaciones inmobiliarias en Marbella y otros municipios.
Y todo ello se puede complicar más aún si aparecen más hechos presuntamente delictivos en las actuaciones de la Operación Malaya. Lo que hasta el momento es sólo un jaque al rey, se podría convertir en un verdadero jaque mate a la promotora malagueña Aifos.