FIRMAS

A vueltas con Chamartín

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La operación Chamartín vuelve al primer plano de la actualidad con polémica incluida. Tras dos años de parón institucional al pedir el Ministerio de Fomento de Magdalena Alvarez a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid tiempo para estudiar la operación, la ministra se ha desmarcado de las dos administraciones con un acuerdo con el promotor privado.
El Ministerio ha efectuado una revisión del proyecto con Duch para la que no ha tenido en cuenta ni a Comunidad ni a Ayuntamiento de Madrid, las otras dos administraciones que conforman junto a Fomento el Consorcio que tutela la operación, a las que ni siquiera han informado de su contenido y que se quejan del desprecio de Magdalena Alvarez, puesto que se han enterado por los medios de comunicación. Y aquí vuelven los problemas de esta operación puesto que sin la Administración regional y la municipal nada se puede hacer, puesto que la primera es la responsable de informar sobre cómo se verá afectada la zona y, la segunda, es la responsable de la ordenación urbanística.
La propia concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid afirmó el pasado viernes que desconocía totalmente este nuevo proyecto al no haber sido informada y que, para poder valorarlo, había que esperar a la próxima reunión del Consorcio que esperaban poder celebrar antes de que llegue el mes de agosto. Esta claro que la ministra de Fomento ha buscado un golpe de efecto para capitanear la operación y sacar el beneficio político que se pueda obtener, al presentar por su cuenta y riesgo un proyecto que sabe que no va a poder llevar adelante sin el concurso de Comunidad y Ayuntamiento de Madrid. Y esto se refuerza al conocerse que los socialistas Rafael Simancas y Trinidad Jiménez, en la oposición en las dos administraciones, conocían de antemano la revisión del proyecto hecha por el Ministerio, mientras que se ocultaba a los miembros de los gobiernos autonómico y municipal.
Magdalena Alvarez tiene que hacer ahora todo lo posible para que, lo que ha sido un brindis al sol, se transforme en un diálogo abierto y sincero con Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, para que esta operación urbanística salga adelante por fin.