LA APARIENCIA DE LOS EDIFICIOS COMO MARCA
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Puede la apariencia de un edificio, casa, establecimiento comercial u obra arquitectónica tener carácter singular y novedoso?
¿Puede un edifico identificar a su promotor sin necesidad de que se lea su nombre o logotipo? ¿Pueden incluso ser capaces de
identificarse con un servicio de una empresa?
Está claro que sí y que este hecho singular se puede proteger y explotar en exclusiva. De hecho, ya se han registrado edificios, establecimientos comerciales, fachadas, casas, interiores.... como títulos de propiedad industrial, esto es, como marcas tridimensionales o como diseños industriales, dependiendo de cada caso y ciertos requisitos. Así pues, por ejemplo, se ha registrado como marca tridimensional el aspecto (apariencia) de una gasolinera, establecimientos de comida rápida, concesionarios
de coches... no cabe duda de que el aspecto de estos y de otros establecimientos como bancos, peluquerías..., tienen capacidad distintiva suficiente para que el consumidor que se encuentre en ellos o los vea desde la calle o carretera los reconozca y distinga de los demás.
Se trata normalmente de establecimientos que operan como franquicias o en los que su propietario busca una imagen muy diferente, estableciendo una estrecha vinculación con su imagen (externa y/o interna); y el empresario permite a los consumidores reconocerlos fácilmente y saber de qué establecimiento se trata, sin tener la necesidad de confirmarlo leyendo el nombre o logotipo que lo identifica.
También los edificios destinados a oficinas y viviendas muchas veces nos indican por su apariencia quién es el constructor o promotor: estamos ante una marca. Y si este carácter distintivo es discutible según el caso y sus peculiaridades, como mínimo
estaremos ante un diseño industrial. Incluso en ese tipo de diseños se pueden reivindicar jurídicamente las llamadas "Position marks" en alguna parte de su conjunto.
Se han registrado diseños industriales consistentes en un modelo de casa unifamiliar, bloque de edificios civiles, edificios de
oficinas y conjunto de edificios de oficinas; también a veces se ha optado por registrar como diseño industrial algunos establecimientos antes citados.
Podemos encontrar precedentes de marcas arquitectónicas en los Estados Unidos, donde son relativamente frecuentes las marcas constituidas por estructuras arquitectónicas que tuvieron su origen en los edificios de alimentación y gasolineras situados en las inmediaciones de las carreteras y autopistas.
La opción de marca tridimensional o diseño industrial, a la hora de escoger el título de Propiedad Industrial que nos protegerá, dependerá de muchas circunstancias a valorar por los profesionales (agentes y abogados de Propiedad Industrial). Por ejemplo, no se podrá registrar un establecimiento como diseño industrial si éste ya se ha hecho público de acuerdo con la ley; en cambio, sí que se podrá registrar como marca si tiene capacidad distintiva.
En definitiva, hay muchas variantes y posibilidades dependiendo de cada caso en particular, siendo importante estar bien asesorado.
Actualmente nadie duda de que la imagen de establecimientos, edificios y locales posee, en muchos casos, un importante gancho
comercial o diseño singular que conviene proteger, evitando, así, que terceros los hagan suyos indebidamente y asegurándose su exclusividad.