ARQUITECTURA

Villaverde recupera su catedral

El distrito madrileño renueva la nave diseñada por Eduardo Torroja

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
29/06/2006.- El Consistorio madrileño selecciona el proyecto de cuatro jóvenes arquitectos para rehabilitar una nave diseñada por Eduardo Torroja.

Se acercaba el siglo XX a su ecuador cuando el insigne arquitecto Eduardo Torroja levantó en las afueras de Madrid una nave industrial para la empresa Boetticher y Navarro. El edificio, de singulares formas, pronto fue bautizado por la opinión pública como "La catedral de Torroja". Y, si bien esta catedral no ayudaba a las almas a elevarse hacia Dios, sí que sirvió para elevar los cuerpos, ya que entre sus paredes se construían ascensores.
La nave y la empresa de elevadores unieron sus destinos en un matrimonio de medio siglo. Cuando Boetticher se declaró en quiebra, en el año 1992, el edificio que la acogía quedó abandonado a su suerte, que es la rápida degradación para los inmuebles sin dueño aparente.
Quince años duró la deriva de La Catedral, durante los cuales numerosos expertos y profesionales de la arquitectura no se cansaron de exigir una solución para la desvencijada nave. Finalmente, los propietarios del edificio y las autoridades municipales lograron cerrar un acuerdo, que rescatará de la ruina una de las piezas más representativas del patrimonio industrial de la capital.
El Ayuntamiento de Madrid ha elegido un proyecto redactado por los arquitectos José María Churtichaga, Joaquín Lizasoain, Rolf Brülisauer y Mauro Doncel -con la colaboración de Ophelia Mantz- para devolver la Catedral de Torroja a la vida. Toda la zona, que tiene una superficie total cercana a los 70.000 metros cuadrados, se rehabilitará para acoger un centro de alta tecnología, dedicado a la investigación informática y a las telecomunicaciones.
La propia catedral se convertirá, tras la intervención, en sede de exposiciones permanentes y temporales. La vieja estructura sufrirá una intervención para integrar las nuevas tecnologías (la zona entera será territorio wi-fi) y los criterios de eficiencia energética.
Junto a la antigua planta de ascensores, se prevé levantar varias edificaciones anejas que sumarán una superficie construida de cinco mil metros cuadrados a los diez mil que ocupa la Catedral de Torroja. Entre ellas destaca un nuevo edificio de varias alturas que alojará un vivero de empresas de base tecnológica, centros de servicios, salas de reuniones, aulas formativas y oficinas. También se pretende construir 500 viviendas en zonas anexas.
El uso residencial y profesional, que incluye la adaptación de los espacios para acoger congresos profesionales, conferencias y cursos, contempla la mejora de las comunicaciones. La propuesta de los jóvenes arquitectos incluye la construcción de dos nuevas calles que vertebrarán los usos de la futura dotación de la nave y potencian sus conexiones con el entorno.
Con cerca de setenta años, la Catedral de Torroja prepara su vuelta, que pretende ser un revulsivo para una zona degradada. Su rehabilitación ha recibido los parabienes de los arquitectos, que han recordado, sin embargo, que otros hitos industriales madrileños siguen esperando en el limbo del abandono.