La compra de Colonial podría ejecutarse en un plazo de tres meses
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
29/06/2006 El presidente de la inmobiliaria Inmocaral ha cumplido el trámite de la junta de accionistas, que ha refrendado sus planes de crecimiento. La ampliación de capital de 2.687 millones de euros y la compra de Colonial, por un importe de 3.761 millones, darán como resultado la creación de un grupo con más de 7.000 millones de euros de activos.
La cuenta atrás para el “estirón” de Inmocaral ha comenzado. El proyecto de Luis Portillo para posicionar la empresa entre las grandes del sector obtuvo el visto bueno en una junta en la que el presidente domina tres cuartas partes de las participaciones. Tras este trámite, el siguiente paso es obtener la aprobación de la CNMV a su propuesta de compra de Colonial, algo que la directiva prevé conseguir para finales de julio.
Luis Portillo confía en completar la ampliación de capital y la adquisición de Colonial en un plazo no superior a los tres meses. Tras la aprobación de la oferta por parte de la CNMV, los accionistas de Colonial tendrán un plazo máximo de dos meses para aceptar la oferta de 63 euros por título, lo que sitúa el punto final en torno a mediados o finales de septiembre, según explicó Mariano Miguel, consejero delegado de Inmocaral.
Antes de dar este paso, Inmocaral habrá incrementado su liquidez tras la ampliación de capital en tres fases. Esta operación, que aportará a la empresa 2.687 millones de euros, reducirá la participación de Portillo en Inmocaral (del 75% a 38%) para dar cabida a nuevos compañeros de viaje. Los accionistas de referencia, tras Portillo, serán la familia Nozaleda, con un 10%, y Alicia Koplowitz, con un 9% y aspiraciones de llegar al 10%. José Ramón Carabante, del Grupo 2002, ostentará el 5% y Caja Duero, un 2%. Habrá otros socios estratégicos que sumarán el 15%, mientras que el free float ascenderá hasta el 16%.
Con el respaldo de este accionariado, Inmocaral afrontará la fusión con Colonial, que dará como resultado una de las primeras empresas del sector, con una cartera de más de dos millones de metros cuadrados. Sus activos, valorados en más de 7.000 millones de euros, estarán repartidos fundamentalmente en Madrid y Barcelona. Una de las principales bazas de cara al futura será la expansión en Francia, a través de SFL, en la que la inmobiliaria catalana tiene un 79%.
A pesar de lo abultado de la cartera de la nueva Colonial (la empresa catalana dará su nombre a la empresa resultante de la fusión), Portillo ha rechazado que planee desinversiones, “habida cuenta de que la deuda no es grande y de que existe capital suficiente para seguir creciendo”.
Uno de los objetivos de ese capital será, en primer lugar, lanzar una opa sobre el porcentaje de SFL que aún no contral, según marca la normativa francesa para estos casos. Portillo anticipó que una vez satisfecho el trámite, volverá a colocar en bolsa el porcentaje que actualmente cotiza en el parqué.