Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El sector energético de nuestro país podría convertirse en protagonista del mercado en los próximos meses, si es que ya no lo es. Cuenta con todo lo necesario para ello. Operaciones abiertas, movimientos corporativos y la regulación del Estado de por medio.
Mientras sobre Endesa pesa el lastre de la oferta planteada por Gas Natural y por la alemana E.On, pendiente de que las autoridades competentes (CNE y CNMV) den su aprobación definitiva, sobre Unión Fenosa planea el fantasma de futuros movimientos. No hay duda de que se trata de uno de los valores más calientes del mercado, y aquí tiene mucho que ver la posición de su accionista de referencia, ACS.
Los últimos movimientos accionariales que se han producido en la compañía, con la toma de posiciones de Caixanova hasta alcanzar el 5%, la entrada de Manuel Jove, que ya ostenta un porcentaje similar a la Caja gallega, y la compra de títulos por parte de Fernando Martín, ponen de manifiesto que algo se avecina. Lo cual no sería tampoco de extrañar, teniendo en cuenta que ACS podría lanzar una oferta por la totalidad, si la nueva ley que prepara Manuel Conthe se lo permite.
Pero no es éste el único factor que influye en su evolución futura. Fenosa podría convertirse en moneda de cambio para la esperada reordenación del sector eléctrico español, gracias a su envidiable capacidad de distribución, que convierte a la compañía en activo idóneo para posicionarse de cara a futuras operaciones corporativas. Por si esto fuera poco, hemos de ser conscientes del acuerdo que la compañía firmó con Egipto para aprovisionamiento de gas (que no es precisamente papel mojado, con el precio del petróleo por las nubes).
En este contexto, ACS podría dar un golpe de mano para asegurarse el control de la compañía. Ya cuenta con nueve de los 22 consejeros, pero comparten asiento con un dolido frente gallego (Caixa Galicia, Caixanova, Banco Pastor y Manuel Jove) que suma el 23% del capital.