Una buena decisión

Todo parece indicar que el proyecto de nueva Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid no verá la luz en esta legislatura. A pesar de ser uno de los proyectos estrella del Gobierno de Esperanza Aguirre, no estamos ante el momento más favorable para que sea sometido a aprobación ante la Asamblea de Madrid. Y varios son los motivos que impulsan a esta decisión. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tiene la intención de que la nueva Ley sea fruto del consenso entre los tres grupos políticos con representación política parlamentaria. Pero el camino que se llevaba no parecía indicar que se pudiera producir ese consenso al estar el Partido Socialista de Madrid e Izquierda Unida en oposición frontal con el borrador del texto. Y la dificultad para el consenso se acentúa si tenemos en cuenta que estamos a menos de un año de las próximas elecciones autonómicas y las posibilidades nos llevan más al enfrentamiento que al acuerdo.

Pero no es esta la única dificultad a la que se enfrenta la finalización del anteproyecto. Hay otra más importante y con más rascendencia como es la tramitación de la nueva Ley del Suelo nacional. El Ministerio de Vivienda ya envió al Consejo de Ministros
un primer texto y ya está próxima la presentación del anteproyecto. La nueva ley nacional va a traer cambios que podrían afectar a
las legislaciones autonómicas, por lo que no sería muy prudente aprobar un nuevo texto autonómico que, en un tiempo muy breve,
debería ser nuevamente modificado.

Es por todo esto por lo que se debe valorar como acertada y buena la decisión del Gobierno de la Comunidad de Madrid de dejar para más adelante la nueva Ley del Suelo regional, con una Asamblea renovada y con tiempo suficiente y sin presión electoral, al menos autonómica, por delante para poder alcanzar un consenso que de estabilidad al urbanismo madrileño.