Oscar Alcaide

Apenas unos días después de que la justicia le diese la razón por segunda vez en su contencioso con Acciona, acerca de la participación de representantes de ésta última en el Consejo de Administración de la primera, FCC se anota otro tanto importante para su desarrollo corporativo. Se preserva su presencia en el accionariado de la cuarta operadora de móviles del país.
Después de maratonianas reuniones con sus compañeros de viaje en Xfera, uno de ellos la suecofinlandesa TeliaSonera, y el otro la constructora ACS, la compañía que controla Esther Koplowitz ha firmado un acuerdo por el que mantiene un 3,44% del capital de la tecnológica. Está lejos de su participación inicial, del 7,47%, pero recibe 5,4 millones de euros por el 4% que se deja en el camino y se asegura una posición de privilegio en la compañía que ostenta la cuarta licencia de telefonía móvil del país, desde hace ahora seis años. De este modo, FCC confirma su decidida apuesta por la diversificación en un momento en el que todos los operadores del sector buscan fortalecer sus posiciones en otros segmentos de actividad, para blindarse ante posibles cambios del ciclo.
No podemos tampoco pasar por alto otra de las principales consecuencias de este acuerdo. TeliaSonera pasa a convertirse en la principal accionista de Xfera, con un 76,5% de la compañía -al principio poseía un 32,5%-, y ACS reduce su participación, hasta el 14%. El escenario que se dibuja para la compañía nórdica no puede ser más prometedor, puesto que Xfera tiene que presentar un plan de comercialización de su servicio ante el Ministerio de Industria antes de que acabe el mes, con lo que podría obtener un rápido retorno de su inversión. No sólo ella, sino que también ACS y FCC, que no ha querido abandonar el barco cuando todo parece indicar que va a llegar a buen puerto. Otras se quedaron por el camino, como Abertis, que contaba con un 8,4%, y otras, como Abengoa, han utilizado la misma estrategia para permanecer en él hasta el final.