INTERNACIONAL

El acuerdo de indemnización con Ferrovial provoca la ruptura de negociaciones entre BAA y Goldman Sachs

ADI, el consorcio liderado por la empresa española, ya ha conseguido el 28,7% de las acciones.

Carlos Moraga | Lunes 20 de octubre de 2014
09/06/2006.- El banco norteamericano ha presionado a las autoridades británicas de la competencia para que anulen el acuerdo de compensación de 115,5 millones de libras en el caso de que el Consejo de Administración de BAA aceptara una oferta competidora. A pesar de ello, la compañía británica ha dado por finalizadas las negociaciones con el rival de la empresa española.

Según el acuerdo firmado por BAA y Ferrovial en la oferta final aceptada por el Consejo de Administración de la compañía británica, esta tendría que pagar a modo de indemnización, la cantidad de 115,5 millones de libras (unos 167,4 millones de euros), si decidiera revocar o modificar la recomendación hecha a los accionistas sobre la opa.
Esto complica las cosas a Goldman Sachs, que ya anunció que revisaría su posición de cara al 16 de junio, fecha límite para la realización de otra oferta. Un documento hecho público ayer por la empresa española, indica que si el Consejo de Administración de BAA decidiera “revocar o modificar de forma adversa” su decisión o “resuelve recomendar una propuesta competidora”, la empresa tendría que hacer frente al pago de esos 115,5 millones de libras.
La apuesta de Ferrovial parece más segura después de darse a conocer este acuerdo. El día en el que el Consejo de Administración de BAA decidió aceptar la oferta del consorcio liderado por la empresa española (ADI), Goldman Sachs anunció su intención de continuar con la puja y pidió a los accionistas que no adoptasen ninguna decisión. A pesar de los intentos del banco norteamericano para que las autoridades británicas de la competencia anularan esta cláusula de compensación, BAA ha anunciado que daba por finalizadas las negociaciones con Goldman Sachs. La oferta de Ferrovial avanza por buen camino, ya que ayer, ADI controlaba ya el 28,7% del capital social de la empresa británica.