FIRMAS

Dolores de Cospedal

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Se ha convertido en el primer fruto político del árbol de Esperanza Aguirre y en la primera madre soltera conocida del Partido Popular. Dos características que hacen de la elección de Dolores de Cospedal como candidata a la presidencia de Castilla-La Mancha todo un acontecimiento sociológico de primera magnitud.

La actual consejera de Infraestructuras y Transportes de la Comunidad de Madrid ha tenido a su hijo cumplidos los 40 años -edad que se entiende ya de riesgo para gestar- justo en el momento en que tenía más trabajo -con todos los proyectos de Metros y carreteras regionales- y acaba de aceptar iniciar a la vuelta de verano una campaña electoral de las más dífíciles para un miembro del Partido Popular: la de Castilla-La Mancha, donde el PSOE de Bono y Barreda llevan 25 años gobernando y humillando a los sucesivos contrincantes que lo han intentado. El último fue Adolfo Suárez Illana, hijo del ex presidente y fundador de la UCD, que no consiguió ni asustar a los socialistas.

En la elección como candidata de Dolores de Cospedal han primado :sus magníficas relaciones con Angel Acebes y su lugarteniente Ignacio Astarloa, con los que trabajó estrechamente como subsecretaria de Interior durante los dos últimos años del Gobierno de Aznar. Eso indica el poder que el ala dura del PP mantiene y acrecienta de cara a las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2007, pero también demuestra que muchas de las cosas que este ala ataca (matrimonio gays, familia tradicional, etc) no son más que armas ofensivas del momento.

Dolores de Cospedal ha demostrado hasta ahora que es una magnífica funcionaria técnica, cuya veta política sólo comenzó a aflorar en el año 1996 cuando la descubrió Javier Arenas siendo abogada del Estado en el Servicio Jurídico del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Tuvieron que ser dos ministros “outsiders” como Manuel Pimentel, que le nombró secretaria general técnica de Trabajo, y luego Jesús Posada, que se la llevó como subsecretaria a Administraciones Públicas, los que la permitieran conocer la política desde más cerca, hasta que Astarloa la fichó para Interior en 2002.

Pero la madrina de su verdadero bautismo político fue Esperanza Aguirre cuando la nombró consejera de Infraestructuras y la dió la oportunidad de jugar en Primera División. En Castilla La Mancha, Dolores de Cospedal no pasa de ser, sin embargo, una absoluta desconocida, por mucho que se haya vendido que viaja todos los fines de semana a Albacete donde viven sus padres.

Si quiere ganar votos y no hacer el ridículo, como sus antecesores, tendrá que patearse los municipios castellano manchegos en el año que queda para las elecciones. En su nueva región no hay grandes concentraciones humanas y el voto casi hay que pedirlo casa por casa, por eso no se entiende que quiénes la han elegido no la hayan liberado ya de sus actuales cargas laborales para que tenga tiempo de lanzarse a la nueva batalla.