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Agua escasa

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El calor veraniego ha llegado a Madrid antes de lo esperado. Las piscinas públicas y privadas se ponen en funcionamiento. Se consume más agua; en consecuencia, se necesita más agua. Los embalses que abastecen a la capital y a la región siguen muy por debajo de su capacidad. La escasez de agua sólo puede combatirse por dos sistemas: o ahorramos agua y, por tanto, consumimos menos, o recibimos más agua de otras cuencas, aunque la mejor solución estaría en disponer de las dos cosas a la vez.

No sé si por problemas competenciales, o por dificultades de adaptación de nuestros sistemas de recepción o abastecimiento, el caso es que los hectómetros prometidos por el Gobierno a la Comunidad madrileña no acaban de llegar. El enfrentamiento, no sólo dialéctico, entre Gobierno y comunidad vamos a acabar pagándolo todos los madrileños.

Aunque podamos, y debamos, ahorrar agua en nuestro consumo cotidiano, aunque se puedan, y se deban, reducir las fugas y las pérdidas en los sistemas de conducción y suministro del Canal de Isabel II, hay algo que es evidente: el aumento constante de la población. Las previsiones de consumo no pueden ser las mismas que el año pasado, ya que nuestra población se ha incrementado en centenares de miles de personas. Es un problema que, en mayor o menor medida, afecta a las diferentes regiones españolas. Sobre la propiedad de los ríos, a efectos del aprovechamiento de las aguas, se cruzan acusaciones, y en muchos casos la solidaridad parece brillar por su ausencia. Carecemos de un Plan Hidrológico Nacional que establezca objetivamente las bases del problema, y las necesarias soluciones. En reciclaje de aguas ya utilizadas, en plantas de transformación de agua salada en potable, estamos todavía en mantillas. En concienciación del problema, las campañas oficiales desarrolladas hasta el momento resultan claramente insuficientes. Mientras tanto, la mayoría de la población permanece, consciente o inadvertidamente, al margen del problema. Madrid, en este sentido, no pasa de ser una ciudad alegre y confiada.