FIRMAS

Soledad Mestre

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El Partido Socialista Madrileño (PSM) y su líder Rafael Simancas han vuelto a perder una oportunidad de oro para promocionar la cantera de los políticos madrileños. Ya ocurrió cuando Ferraz nombró a Constantino Méndez delegado del Gobierno en Madrid, un miembro del “aparatik” sin experiencia en la política de verdad la que se hace de cara a los ciudadanos, y ahora ha vuelto a ocurrir con Soledad Mestre, que será sin duda una buena militante, una gran técnica que siempre ha tenido su puestecito en las listas del PSOE, pero que de bregar con la gente en la calle sabe bien poco.
¿No les da envidia a los socialistas madrileños ver cómo ascienden los políticos municipales catalanes, la verdadera cantera de un partido, mientras en Madrid se prima a los políticos de despacho, de oficina?. Uno de los grandes éxitos de José Montilla en Barcelona fue renovar el PSC con alcaldes y concejales de las principales ciudades catalanas, incluyendo a las del cinturón industrial barcelonés. No hay más que leer las biografías de los consellers de la Generalitat para darse cuenta de su procedencia municipal, lo mismo que ha ocurrido con el propio Montilla o Carme Chacón, la vicepresidenta del Congreso.

Si en vez de Constantino Méndez, el delegado del Gobierno hubiera sido -por decir un nombre- el ex alcalde de Fuenlabrada, José Quintana, no habría ocurrido el “caso Bono” y mucho menos el “caso Móstoles”. donde dos jóvenes fueron detenidos y maltratados por ondear una bandera republicana en la visita de los Príncipes. Cualquier alcalde -Manuel Robles, Pedro Castro, José Luis Pérez Ráez, Enrique Cascallana, José Caballero o Trinidad Rollán- saben más de política que los mejores estrategas que inundan los despachos del PSOE. Simancas lo debería saber porque él mismo se ha hecho políiticamente en el Ayuntamiento de Madrid como concejal.

Los dirigentes municipales socialistas madrileños tienen tan claro que su vida política se acaba en su puesto de alcalde o de concejal, que ni siquiera pelean por conseguir ascender. Ocurrió también cuando Ferraz tuvo que decidir quien iba a suceder a Francisco Vázquez (ex alcalde de A Coruña) en la presidencia de la Federación de Municipios y Provincias. El mejor colocado era el alcalde de Getafe, Pedro Castro, pero el “aparato” decidió que fuera Heliodoro Gallego, alcalde de Palencia. Ni una sóla voz de protesta salió de la boca de Simancas. ¿Qué mejor ministro de Vivienda que Manuel Robles, toda su vida dedicada al urbanismo directo, o Enrique Cascallana, cuyo municipio gestiona también directamente la vivienda protegida? ¿o qué mejor ministro de Trabajo y Asuntos Sociales que Pérez Ráez? Pero no, son mejor los otros.