Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Esperanza Aguirre presidió la reapertura del servicio de Metro entre Fuencarral y Plaza de Castilla, tras la finalización de la obra civil del mayor nodo intermodal del norte de la capital.
Esperanza Aguirre también dejará su impronta en el servicio público de transportes. Si Gallardón apadrinó el Metrosur y el intercambiador de Nuevos Ministerios, la actual responable regional ha emprendido una ampliación aun mayor del Metro y pondrá en marcha en la primavera de 2007 un intercambiador más amplio en Chamartín.
Las obras del nuevo centro intermodal avanzan a buen ritmo. Además de haberse completado la obra civil de la macroestación, que incluye 35.000 metros cuadrados subterráneos, un ramal provisional de 760 metros permitirá que los trabajos que quedan no interfieran en el servicio de Metro de la Línea 10, entre las estaciones de Fuencarral y Plaza de Castilla.
Fuentes de la Administración regional han destacado la complejidad técnica de un proyecto llamado a ser uno de los más importantes de la red pública de transportes pública. Se trata de una macroestación de cuatro niveles, presupuestada en 140 millones de euros, que integrará dos líneas de Metro (se prolongará la Línea 1 para hacerla llegar hasta la zona), Cercanías y trenes de largo recorrido. Más adelante se prevé construir un nuevo nivel para albergar el intercambiador de autobuses.
El nodo de Chamartín pretende ser la tarjeta de presentación de la ampliación de la Línea 11, que unirá en un trayecto circular Carabanchel con la Avenida de la Ilustración. Esta línea aliviará la entrada a la capital de los vecinos de los nuevos desarrollos del norte de la capital y de los municipios de San Sebastián y Alcobendas.
La Comunidad de Madrid prevé que el nuevo intercambiador dé servicio a 60.000 usuarios al día. No sólo cubrirá la demanda de los desarrollos del norte de la capital sino también a la futura ampliación de la Castellana, incluida en la Operación Chamartín.