AUTONOMÍAS

La reordenación del Polígono Buen Aire culminará en diez años

El proyecto contempla la construcción de más de 2.200 viviendas.

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Con la presencia del alcalde sevillano, Alfredo Sánchez Monteseirín, ha sido presentado en Sevilla el proyecto urbanístico ideado para el antiguo Polígono Buen Aire, al noreste de la ciudad. La nueva planificación tendrá dos torres de 18 plantas, un bulevar central y una gran plaza como señas de identidad.

Dos grandes torres de 18 plantas de altura se convertirán en el nuevo símbolo de la ciudad, gracias al proyecto diseñado para el antiguo Polígono Buen Aire de Sevilla, al noreste de la ciudad. Además, un bulevar central y una gran plaza junto al futuro apeadero del anillo de cercanías de Renfe completarán el nuevo desarrollo previsto.


La propuesta, que se ejecutará de manera integral durante los próximos diez años, está impulsada por Iniciativas Concertadas y ha sido presentada en el Ayuntamiento de Sevilla, con la presencia del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín.

Circundados por la salida a Madrid, la SE-30, y la ronda Súper Norte, los terrernos poseen 940.000 metros cuadrados, ordenados en el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de la ciudad. De la superficie total, 232.000 metros cuadrados estarán destinados a usos residenciales, mientras 350.000 se dedicarán a espacios libres, 247.000 a terciarios, 110.000, a equipamientos y 42.000 a uso industrial.

El proyecto contempla un total de 2.211 viviendas, de las que un total de 718 serán de régimen protegido. En ese sentido, Francisco Javier de Aspe, representante de la entidad impulsora del proyecto, que engloba a diez empresas constructoras y promotoras de Sevilla y a las entidades financieras El Monte y Caja San Fernando, ha resaltado que se trata de un “proyecto ilusionante, ya que vamos a crear un núcleo urbano con mezcla de usos, maduro y consensuado”. Asimismo, ha manifestado que el inicio de las obras está “supeditado” a la aprobación definitiva del PGOU. A la vez ha indicado que el proyecto puede estar “terminado y consolidado en una década”. De Aspe considera que el proyecto supondrá una inversión de entre 60 y 90 millones de euros, y asegura que el principal inconveniente será la “accesibilidad”.