Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La cuenta atrás ha comenzado. Queda poco más de un año para las elecciones municipales en toda España y para las autonómicas en la gran mayoría de las comunidades autónomas, a excepción de las consideradas históricas. La verdad es que esta denominación choca porque si, por ejemplo, Castilla o Aragón o la propia Navarra no son históricas, pues no sé cuál va a serlo.
Pero si dejamos esto a un lado, se avecinan meses de inauguraciones y de promoción de las obras realizadas. Si además de realizadas lo son con provecho para los ciudadanos, pues bienvenidas sean estas inauguraciones y estará justificado todo el bombo y boato que se las dé. Caso contrario serán las que se inauguran sin acabar con el fin de hacerse la foto aunque sea con cuatro piedras mal puestas. Los que van a tener trabajo extra en este campo de las inauguraciones van a ser la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, porque la gran parte de las obras programadas se van a acabar a tiempo antes del fin de la legislatura actualmente en curso.
Ampliación de metro, carreteras y plan de Vivienda, en el caso de la primera, y el proyecto de la M-30, en el caso del segundo, han sido proyectos estrellas que, seguramente, van a rentabilizar con los votos de los madrileños. En el caso del alcalde con la M-30, un proyecto que ha sido polémico en su desarrollo al contar con la oposición frontal de PSOE e Izquierda Unida y los problemas de tráfico generados, todo parece indicar que se va a tornar en positivo cuando se finalicen las obras y se haya recuperado para la ciudad un espacio devaluado, además de mejorar la circulación. Los propios vecinos del entorno del río Manzanares que han podido mostrar sus quejas en estos años variarán, sin duda, su opinión cuando comprueben la revalorización que experimentará la zona y sus propias viviendas, al calor de los trabajos que se han realizado durante todos estos años.