La línea costará 1.200 millones de euros.
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La Generalitat ha dado el primer paso para unir directamente con el ferrocarril las principales ciudades de la segunda corona metropolitana antes del 2016. La línea orbital costará 1.200 millones y podría ser financiada por el sector privado.
La nueva línea que unirá Mataró con Vilanova i la Geltrú pasando por Granollers, Sabadell, Terrassa, Martorell y Vilafranca del Penedés tendrá 106 kilómetros de longitud, 55 de los cuales serán de nueva construcción. Los 51 kilómetros restantes ya existen y forman parte de la red actual de Cercanías de Renfe. Esta línea que se enmarca dentro del Plan de Infraestructuras de Transporte de Cataluña (PITC), presentado a principios de diciembre, romperá definitivamente el modelo ferroviario radial de las infraestructuras catalanas.
Una de las novedades de este proyecto es que la financiación podrá ser parcialmente privada. De hecho el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, ha dejado las puertas abiertas para que operadores privados cofinancien el proyecto, valorado en 1.200 millones de euros, a cambio de la cesión del derecho de paso. A pesar de todo, Nadal ha querido dejar muy claro que la titularidad de la línea tiene que ser de la Generalitat. Aparte de la financiación privada, el gobierno autonómico necesitará la colaboración del Ministerio de Fomento. De momento no hay cifras sobre la mesa porque se está pendiente del posible traspaso de todo el sistema de cercanías barcelonés de Renfe a la Generalitat. Nadal ha afirmado que Ferrocarriles de la Generalitat “aspira a ser el gran operador ferroviario de Cataluña”. No se descarta que para la explotación de la nueva línea se constituya algún consorcio mixto con empresas privadas.
Como se aprovecharán tramos de vía ya existentes, es probable que la construcción del eje orbital se haga por etapas. Una de las primera podría ser la unión entre Terrassa y Martorell, un tramo de sólo 16,5 kilómetros que no ha de salvar demasiados obstáculos naturales.
La nueva línea comportará la construcción de ocho estaciones y, junto a las 17 existentes, completará el recorrido total por una zona en la que viven 870.000 personas, aproximadamente el 20% de la población metropolitana.