Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El Ayuntamiento de Reus ha aprobado una modificación del Plan General que obliga a las viviendas nuevas o procedentes de una rehabilitación a tener, como mínimo, una superficie útil de 60 metros cuadrados. El Gremio de Constructores del Baix Camp ha presentado alegaciones contra esta iniciativa y reclama una moratoria de seis meses en su aplicación para poder adaptarse a los nuevos requisitos.
Reus.- La nueva normativa, aprobada por unanimidad, prevé la suspensión de licencias durante dos años para la edificación de pisos nuevos o provenientes de la rehabilitación de superficie inferior a 60 metros cuadrados. Esta limitación afecta a todas las viviendas, exceptuando las de promoción pública destinadas al alquiler temporal para jóvenes u otros grupos con necesidades de asistencia, así como las de protección oficial.
Los constructores consideran que esta iniciativa es una ingerencia en el mercado por parte del Gobierno municipal y aseguran que no les deja margen de maniobra. Consideran exagerado que la superficie mínima se fije en 60 metros cuadrados y creen que es una medida precipitada.