Ha supuesto once años de trabajo y 30 millones de inversión
Carmen Arriola | Lunes 20 de octubre de 2014
El plan para depurar las aguas residuales de Palma ya está en marcha. Con un coste superior a los 30 millones de euros y once años de trabajo, el proyecto ha supuesto la creación de una planta que permite depurar anualmente 30 millones de metros cúbicos que se reutilizan para el consumo.
La alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, ha presentado la culminación del Plan de Regeneración de Aguas Depuradas, un proyecto iniciado hace once años que en la actualidad permite depurar anualmente 30 millones de metros cúbicos de aguas residuales, de los que el 30% se reutiliza para consumo urbano y la agricultura, lo que supone un ahorro de cerca de cuatro millones de metros cúbicos anuales.
El programa se inició con la construcción de una planta modular con capacidad para depurar 3.000 metros cúbicos de agua diarios y se amplió posteriormente con una planta de tratamiento adicional secundaria, con una capacidad de producción de 10.000 metros cúbicos diarios.
Así, según Cirer, “el proyecto más ambicioso de España” en esta materia ha culminado este año con la construcción de la actual planta depuradora que genera “20.000 metros cúbicos de agua regenerada para usos urbanos”, como jardines y zonas verdes, lo que implica un ahorro de cerca de “cuatro millones de metros cúbicos, que equivalen al 20% del suministro de aguas de calidad”, ha detallado.
Gracias a este proyecto, en Palma se depuran anualmente 30 millones de metros cúbicos de aguas residuales, de los que 16 millones se destinan a la agricultura, y alrededor de cinco al consumo urbano, lo que constituye una “reutilización de las dos terceras partes”, es decir, de “160.000 metros cúbicos”. En relación al tercio de agua sobrante, “que no se reutiliza”,el director del programa, Arturo Cadenas, ha explicado que, de momento, se “vierte al mar”, pero que el Ayuntamiento está pensando en cómo reutilizarla.
La planta funciona gracias a una red de distribución superior a 55 kilómetros de longitud, que dispone de tomas de agua contra incendios y de varias bocas de carga hídrica para riego, y que se canaliza a través de dos ramales. El Norte, distribuye el agua a las zonas de Llevant, Parc de la Mar, paseo Sagrera, casco histórico, jardines Sa Faixina y paseo Mallorca, entre otros puntos. También se ha construido un depósito de 2.500 metros cúbicos de capacidad en la zona de Can Valero que impulsa el agua hacia los campos de golf de Son Vida y Son Muntaner.
El ramal Sur, por su parte, orienta las aguas depuradas hacia las zonas verdes del aeropuerto de Palma y Playa de Palma.
El proyecto ha supuesto una inversión total de más de 30 millones de euros, de los que una parte importante ha sido financiada por los Fondos de Cohesión de la Unión Europea, y el resto ha corrido a cargo del Govern, del Consell de Mallorca y del propio Ayuntamiento de Palma.