Urbanismo ecológico
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La ciudad de Freigburg, situada al suroeste de Alemania y próxima al Rin, es conocida como la “capital verde alemana”, debido a que, desde los años 80, el Ayuntamiento de la ciudad, con una representación de más del 20% del partido de Los Verdes, ha llevado a cabo una estrategia regional de planificación energética, mediante la promoción de la energía solar y del ahorro energético, y urbanística, con la creación de nuevos barrios basados en criterios ambientales y sociales.
La presentación de Freigburg como “ciudad solar” se hizo con motivo de la Exposición Internacional de Hannover celebrada en 2000, donde se expusieron siete proyectos, entre los que destacaba el revestimiento de la torre de oficinas de la Estación Central con 240 paneles fotovoltaicos y la creación de un barrio especialmente diseñado para el máximo aprovechamiento de la energía solar, mediante tejados solares con placas orientadas al sur y con una inclinación de 45 grados. Este barrio, denominado Am Schlierberg, fue diseñado por el arquitecto Rolf Disch basándose en la idea de crear un conjunto residencial excedentario en energía, es decir, que generase más energía que la que consumiese para poder vender esa electricidad. Además, los aislamientos y los sistemas de iluminación y ventilación natural están elaborados de tal manera que el consumo de calefacción de una casa es del 10% de una vivienda en otro barrio tradicional.
El mismo arquitecto ha diseñado para este barrio una casa experimental denominada “Heliotrop”, un edificio de forma cilíndrica, apoyado en una columna central de 14 metros de altura, que es un eje que permite hacerlo girar, cambiando la orientación de su mitad acristalada respecto al sol para un mejor aprovechamiento de la radiación. Esta columna contiene las instalaciones eléctricas y una escalera de caracol. La planta del edificio forma un polígono de 18 caras y sobre la terraza está instalado un gran panel fotovoltaico que produce entre cinco y seis veces la energía consumida en el edificio. Igualmente, contiene otros dispositivos que mejoran el comportamiento ambiental del inmueble, tanto en cuanto al ahorro energético como al hídrico.
También en Freiburg, el Instituto Fraunhfer ha diseñado una casa solar dotada de una pila de combustible como refuerzo para la calefacción en invierno.
Otro barrio ecológico de la ciudad alemana es Quartier Vauban, que está desarrollando el Ayuntamiento en una superficie de 34 hectáreas donde todos los edificios tienen que cumplir las normas de bajo consumo energético, que fijan los límites anuales para consumo energético destinado a la calefacción en 65 kilowatios hora por metro cuadrado (Kw/h/m2). La viviendas están dispuestas en hilera, orientadas en sentido norte-sur y dispuestas de manera que no sean sombreadas por los edificios próximos, y consumen menos de 15 Kw/h/m2 de calefacción. Todos los edificios residenciales se abastecen de una instalación central que produce agua caliente para la totalidad del barrio aprovechando biomasa y energía solar. Además, la mayoría del barrio es una zona libre de coches y está dotado de un sistema de transporte público eficaz.
Por último, el barrio de Reiselfeld es producto de un concurso de ideas celebrado en 1991 en el que se valoraron criterios como el aprovechamiento activo y pasivo de la energía solar para todas las viviendas, técnicas de construcción de bajo consumo energético, la reducción de los desplazamientos urbanos -acercando las residencias y los puestos de trabajo- y un sistema de transporte urbano que privilegiase los desplazamientos peatonales, ciclistas y el transporte público. Este proyecto se desarrolla en unos solares situados en la periferia de la ciudad que suman una superficie de 250 hectáreas, de las que 78 se han dedicado a desarrollar 4.500 viviendas.