Los empresarios consideran que la reutilización de los escombros es la asignatura pendiente del sector
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Los grupos constructores españoles han descubierto el filón económico de los negocios ecológicos y han diversificado tanto en filiales de gestión de agua y residuos, como en empresas productoras de energías renovables. Además, centran sus esfuerzos en desarrollar políticas sociales medioambientales y en investigar nuevas tecnologías de construcción.
Pablo Sola
Madrid
“El negocio medioambiental es la mayor oportunidad empresarial de nuestra época porque los clientes lo demandan. Es un nicho empresarial clave”. José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, lo puede decir más alto, pero no más claro, al referirse a la diversificación de los grupos constructores españoles hacia los negocios de carácter ecológico.
Acciona ha apostado por el negocio de las energías renovables con la compra, por 400 millones de euros, del 40% de Corporación Energía Hidroeléctrica de Navarra (EHN), de la que ya controla el 90% y alcanzará el 100% a lo largo de 2005. La nueva filial del grupo empresarial de los Entrecanales invertirá 2.000 millones de euros en energías renovables hasta 2007. En concreto, lo hará en biomasa, solar fotovoltaica, minihidráulica, biodiesel y eólica, siendo, hoy por hoy, la eólica su principal área de negocio. Así, EHN abarca todas las fases de este negocio y es el segundo productor nacional de aerogeneradores y el sexto a escala internacional, contando, además, con con 82 parques en funcionamiento.
Sin duda, el proyecto estrella de EHN es el parque eólico marino Mar de Trafalgar, que pretende instalar frente a las costas de Cádiz, un parque de entre 600 Mw y 1.000 Mw de potencia, que empezará a construirse en 2007 y comenzará a funcionar en 2010. En este proyecto participan, además de EHN, la ingeniería técnica Sogemar y la empresa de acuicultura Cupimar, fundada por el ex ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes.
Además, EHN cuenta con 19 centrales minihidráulicas, una planta de biomasa, una huerta solar de 10 megawatios (Mw) y una planta de biodiesel que producirá diesel empleando aceites vegetales a partir del próximo 6 de diciembre.
Reutilización de escombros.- La apuesta de las constructoras por el medio ambiente incluye políticas para minimizar los daños medioambientales que producen los residuos, a la vez que se obtiene un beneficio económico mediante su reutilización. “La asignatura pendiente de la construcción son los escombros y debemos avanzar en ese camino”, señala Vicente Soto, vicepresidente y director general de Necso Construcción. “La construcción de una vivienda de 100 metros cuadrados genera 12 metros cúbicos de escombros”, calcula Luis Cuevas, director general de Necso Inmobiliaria. “Eso lo podríamos evitar diseñando todo modulable para no tener, por ejemplo, que cortar azulejos, proceso que crea muchas escorias”, añade.
Lo mismo piensa la directora de Edificación de FCC en Cataluña, Teresa Ugarte, que cree necesario un cambio de mentalidad en el sector de la construcción para que el residuo empiece a ser visto como un recurso que reutilizar y reciclar. Para ello, FCC ha puesto en marcha el proyecto Logro, que busca la optimización de los residuos de obra, realizado con la colaboración de la empresa Ausa, dedicada a la fabricación de vehículos para el sector de la construcción y la obra pública, y el Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (Itec).
Residuos y agua.- La constructora que controla Esther Koplowitz cuenta con negocios de gestión de agua (Aqualia), de recolección y tratamiento de residuos urbanos (FCC Medio Ambiente) y de tratamiento y eliminación de residuos industriales (Ekonor) dentro del ámbito medioambiental de la empresa.
OHL decidió el pasado enero desinvertir en algunos activos no estratégicos para conservar la cabecera de su filial Inima y potenciar sus principales actividades, tales como la desalación y la depuración de aguas, a través de las 45 plantas que posee tanto en España como en el extranjero. Así, la constructora presidida por Juan Miguel Villar Mir optó por vender los negocios de explotación y gestión integral de aguas y residuos para centrarse en depurar y desalar, segmento en el que tendrá bastante trabajo si el Ministerio de Medio Ambiente lleva a cabo su Plan de Hidrológico de desalación.
La política medioambiental de Ferrovial incluye el establecimiento de unos objetivos concretos en los centros de producción, creando un sistema de gestión medioambiental. Estos planes incluyen la reducción del volumen de sobrantes de excavaciones destinados a vertederos y la reutilización de tierra vegetal en labores de restauración. Para minimizar los efectos ambientales de las obras, los proyectos incluyen actuaciones encaminadas a la recuperación del medio natural afectado.
Pero la mayor preocupación de la constructora de Rafael del Pino es conseguir hacer llegar a los inversores y al mercado sus políticas de responsabilidad corporativa medioambiental como un valor “tangible”. Para ello, han publicado el informe Inversión socialmente responsable, de los valores a la acción, realizado junto a la Fundación Entorno y a BBVA.
Dentro de su estructura empresarial, Ferrovial realiza trabajos de tratamiento y depuración de agua a través de Cadagua y de gestión de residuos y servicios de limpieza urbanos mediante su filial Cespa.
Diversificación.- El grupo Sacyr Vallehermoso cuenta con una amplia diversificación en el segmento medioambiental a través de sus filiales Valoriza y Somague y las respectivas empresas dependientes de éstas.
SyV cuenta actualmente con 420 Mw de potencia instalada en energías renovables como cogeneración, biomasa y eólica, y sus planes son alcanzar en 2007 los 500 Mw de energía eólica en España y los 520 Mw en Portugal, mientras que en cogeneración y biomasa pretende llegar a los 400 Mw.
En total, el grupo que preside Luis del Rivero prevé invertir 600 millones de euros en los próximos tres años en el área de servicios, donde incluye, además de las renovables, la recogida de residuos urbanos y limpieza viaria de varias ciudades, la puesta en marcha de una planta de valorización energética de residuos, el abastecimiento y tratamiento de aguas y las actividades de jardinería en autopistas. La estrategia empresarial de SyV incluye el crecimiento en estas áreas mediante la adquisición de empresas dedicadas a estas actividades.
ACS, el mayor grupo de construcción y servicios de nuestro país, cuenta con filiales que desarrollan plantas desaladoras, centrales de ciclo combinado con gas natural, parques eólicos, plantas de energía termosolar y de biomasa. Actualmente, está desarrollando concesiones de desaladoras por más de 300.000 metros cúbicos de agua al día y los ciclos combinados que tiene en marcha y que está construyendo sumarán 5.200 Mw de potencia y evitarán la emisión de 20 millones de toneladas de CO2 al año en total.
ACS y la renovables.- Respecto a las energías renovables, la compañía que preside Florentino Pérez tiene en operación 267,49 Mw de energía eólica a través de su filial Eyra, y otros 407,67 Mw que están en construcción. Igualmente, Cobra está desarrollando en la provincia de Granada dos plantas termosolares de 50 megawatios de potencia cada una.
La política medioambiental de ACS pasa necesariamente por los programas de investigación y desarrollo, según sus responsables. “En 2010, el sector de la construcción tendrá que reducir en un 50% su consumo de energía, la generación de residuos y contaminación y la siniestralidad laboral, y esto solamente puede llevarse a cabo impulsando la investigación”, recuerda José Polimón, director técnico del grupo.
También en la empresa de Florentino Pérez quieren minimizar el impacto de los escombros y creen que la mejora del impacto medioambiental comienza desde la fase de diseño del producto, “planteando soluciones duraderas, mínimos consumos energéticos, mantenimientos sencillos y atendiendo a las demandas del cliente para evitar la acumulación de materias sobrantes”.
Dentro de estos procesos de investigación, su filial Urbaser está desarrollando una pila de combustible de carbonatos fundidos de un megawatio de potencia, proyecto que durará hasta 2010. También Acciona participa de esta tendencia de I+D, ya que en EHN están investigando en laboratorio tanto la posibilidad de producir biodiesel a partir de grasas animales y aceites reciclados de restaurantes, como la producción de hidrógeno como combustible sustitutivo del petróleo.
Negocio forestal.- Otro negocio ecológico en el que participa ACS es el de las plantaciones de madera noble como producto financiero, a través del 50% de Foresta Capital, que cuenta con una plantación de 200 hectáreas en Talayuela, al norte de Cáceres, donde ha invertido 35 millones de euros en plantar nogal noble, cerezo negro y roble. Además, su filial Thaler realiza trabajos de reforestación.
El grupo Acciona no tiene previsto introducirse en el negocio de las maderas nobles, pero a través de EHN sí están comprometidos con la limpieza de bosques para evitar incendios, hacerlos transitables y utilizar los residuos forestales como combustible.