Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La demanda de plazas en centros especializados en los mayores parece estar garantizada, al menos si lo que se valoran son las cifras demográficas. En España es importante tener en cuenta la cultura de la mayor parte de los ciudadanos, especialmente en las zonas rurales, que difícilmente se trasladarían ya no sólo a las residencias, sino a los resorts de lujo especializados. Pero esta mentalidad va cambiando poco a poco.
Por eso, según los analistas de la consultora DBK, “el proceso de envejecimiento de la población y el avance del grado de dependencia entre los mayores serán los principales impulsores de esta demanda”, lo que garantizará el potencial de crecimiento del sector.
En los años 50 y 60, una importante subida de la natalidad dió lugar a una generación muy numerosa que en los próximos 15 años empezará a demandar este tipo de productos. Además, la bajada del número de nacimientos en las dos décadas siguientes dará lugar a que las familias de la siguiente generación no puedan “ocuparse” de sus mayores.
Por comunidades autónomas, Navarra, País Vasco, La Rioja y Cantabria son las que tienen una población más envejecida, mientras que en el otro extremo se encuentran Andalucía, Canarias, Murcia y Baleares, dejando en el centro las comunidades de Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana.
Como curiosidad, el municipio de más de 10.000 habitantes más viejo de España es Villaviciosa, en Asturias, con una media de edad de 47,9 años, mientras que el más joven es Villanueva de la Torre, en Guadalajara, ya que sus 2.960 habitantes tienen una media de edad de 28,9 años.
El lado negativo de la demanda potencial de residencias y complejos para mayores es el presupuesto de la mayoría de los demandantes potenciales. Dos de cada tres mayores de 65 años carecen de los recursos necesarios para pagar una plaza en una residencia, puesto que el 85% tiene como principal y única fuente de ingresos la pensión, que en muchos casos no llega al salario mínimo. Así, las opciones que les quedan pasan por la venta de la vivienda, aunque manteniendo el uso de la misma, la hipoteca inversa o la cesión temporal de su casa.