la atalaya/Rafael Gómez Parra
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El sitio de moda en Madrid se llama Valdebebas. La idea partió, hace muchos años aunque no se lo reconozcan, de una asociación de vecinos del madrileño barrio de Hortaleza a los que les gustaba pasear por los campos libres del otro lado de la vía, por donde serpenteaba el arroyo de Valdebebas, que da nombre a la zona.
Estos vecinos fueron a pedirle al por entonces alcalde, Enrique Tierno Galván, que hiciera allí un parque, cosa que entonces parecía posible, porque a nadie se le ocurría edificar allí y los terrenos estaban baratos. Estamos hablando de hace más de veinte años. El primer edil madrileño les prometió construir la segunda Casa de Campo y ellos se quedaron con la promesa. Ahora, sobre esos terrenos se va a levantar una urbanización de 11.000 viviendas de lujo y un parque de 500 hectáreas (que no está mal, porque podían haberse comido hasta el verde).
Cuentan que fue el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, el segundo descubridor de Valdebebas cuando, ya metido a constructor, los propietarios de los terrenos le ofrecieron que el Club Merengue edificara allí su nueva Ciudad Deportiva, a cambio de que él consiguiera la recalificación de los terrenos. Dicho y eso. Se firmó el consabido acuerdo notarial y Florentino Pérez hizo la presentación oficial de su idea para trasladar la Ciudad Deportiva durante su campaña para conseguir la presidencia del Real Madrid frente a Lorenzo Sanz. Entonces nadie sabía dónde quedaba Valdebebas. Hoy se ha hecho famosa, precisamente por esas 80 hectáreas que ocupará la Ciudad de Florentino Pérez (con permiso de Zidanes y Pavones).
El coste estimado de la urbanización de las 10,6 hectáreas de Valdebebas asciende a más de 400 millones de euros, según los cálculos del presidente del Consejo Rector de la Comisión Gestora, César Cort Lantero, un economista que ya participó en la dirección del Ensanche de Barajas, y antiguo responsable de Crisbel Ibérica, una empresa dedicada a la fabricación de equipos de control de procesos industriales. La familia Cort tiene un amplio historial de antepasados arquitectos y fue propietaria de la famosa Quinta de los Molinos, en el barrio madrileño de Arturo Soria-Suanzes, hasta el año 1980, cuando llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento para ceder las dos terceras partes de la parcela al municipio a cambio de urbanizar la parte restante.
La gran mayoría de las principales inmobiliarias del país han venido comprando terrenos en Valdebebas en los últimos años, especialmente Realia (Caja Madrid y FCC), que ocupa la vicepresidencia del Consejo Rector de la zona, y Ferrovial Inmobiliaria, que es vocal. También han entrado con fuerza, pero con menos suelo, Metrovacesa y Vallehermoso, que tienen voz, pero no voto, en la dirección suprema de la urbanización.
Los antiguos propietarios aún siguen manteniendo una presencia muy importante en la zona. Sólo el 11% de los dueños del suelo han rehusado adherirse a la Comisión Gestora. Es el caso de los Jordán Reyes y Eladio Rodríguez, de Villapaz, o la familia Arribas Alvarez (Necare y Urema), así como los Alonso Rodríguez (Trigarma y La Vivienda Económica), junto al parque empresarial del Olivar.