AUTONOMÍAS

Los cines podrán cambiar su actividad, siempre que los edificios no estén protegidos

El Ayuntamiento aprueba una modificación del PGOU

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Todos los cines de la capital que no se encuentren ubicados en edificios protegidos podrán cambiar su uso, convirtiéndose en multicines, teatros o tiendas, según ha aprobado el Ayuntamiento. La medida permite a los propietarios optar por negocios más rentables, pero prevé incentivos para mantener el uso cinematográfico y teatral.

Pablo Sola.

Madrid

El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la modificación del PGOU por la que permite el cambio de uso de los cines de la capital. Así, un total de 32 salas del centro que acogen 81 pantallas podrán convertirse en multicines, teatros o tiendas de moda, siempre que se trate de edificios no especialmente protegidos y que se respeten la fachada y los elementos arquitectónicos o decorativos que sí gocen de protección.

Con carácter inmediato, la medida afectará al cine Fuencarral, cerrado por falta de rentabilidad, al Rialto y a tres minicines sin relevancia arquitectónica. Hace ya unos años, el antiguo cine Salamanca se convirtió en una curiosa tienda C&A conservando la estructura de la sala.

En cuanto a las salas ubicadas en edificios protegidos, podrán solicitar el cambio de uso mediante la tramitación de un plan especial que deberá acreditar el respeto a los elementos catalogados.

“Esta no es la solución idónea al problema de los cines”, dice Félix Arias, concejal del PSOE, partido que ha votado en contra de la medida. “Hay que aprobar un plan temático de teatros y cines que estudie las alternativas a cada local en cuanto a su entorno. Reformando, complementando o, incluso, sustituyendo el uso de cada sala, pero uno a uno. De esta manera, se deja a la discrecionalidad del propietario del inmueble el uso de un bien que es de la comunidad”, añade el edil.

Un acuerdo.- Esta modificación de la ley obedece al convenio firmado por la Sociedad de Empresarios de Cine de España (Secies), la Confederación Empresarial de Madrid (Ceim) y el propio Ayuntamiento en abril de 2003, para hacer frente a la huida de los espectadores a los grandes complejos cinematográficos del extrarradio.

La Secies asegura que la reconversión de salas no disminuirá la oferta cinematográfica, ya que las que lo permitan, multiplicarán sus butacas y tan sólo aquellas donde la transformación a varias salas sea inviable, se verán afectadas por la desvinculación del uso.

Pero el Consistorio propone el incentivo de incrementar la edificabilidad de los inmuebles que mantengan el uso, quitándoselo a los que cierren la taquilla.

Un ejemplo está en el cine Proyecciones de la calle Fuencarral, donde el arquitecto Rafael de la Hoz ha convertido una sala de 1.100 espectadores en un complejo multiplex de ocho salas y 1.800 butacas, conservando la fachada de 1932, tan sólo igualando la altura a los edificios colindantes y eliminando el aparcamiento subterráneo.

Por otro lado, el acuerdo prevé la conservación de la actividad teatral, remarcando que “las obras no supondrán su desaparición, sino que tendrán que posibilitar la recuperación de esta actividad”.