Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La etapa boyante por la que atraviesa el sector de la construcción se debe, en parte, a la gran cantidad de obras públicas que se han licitado durante los últimos años. El Plan de Infraestructuras 2000-2007, el desarrollo de la red de ferrocarriles de alta velocidad y el Plan Hidrológico Nacional, entre otras actuaciones, han dado lugar a que a las grandes constructoras españolas no les falte trabajo.
Todos estos proyectos, que se ejecutan desde el Gobierno central, podrían tambalearse como consecuencia del cambio de signo en el Ejecutivo, ya que el equipo que dirige José Luis Rodríguez Zapatero podría decidir cambiar de línea de actuación.
Los empresarios de la construcción, no obstante, confían en la prudencia del nuevo Gobierno que, según el presidente de Seopan, Enrique Aldama, debería evitar las decisiones que impliquen cambios bruscos en materia de obras públicas.
El representante de los constructores ha solicitado al nuevo Ejecutivo del PSOE que no paralice los grandes proyectos de infraestructura pública que actualmente están en marcha, ya que es la única manera de garantizar la buena marcha del sector. Las modificaciones en política de construcción de dotaciones se deben realizar “sobre la marcha para evitar frenazos” que pongan en riesgo el crecimiento económico y la creación de empleo, según Aldama.
El presidente de Seopan ha destacado la importancia de mantener el ritmo inversor de los últimos años para superar el déficit de infraestructuras que sufre España, recordando también que la iniciativa privada es una pieza básica para garantizar esa inversión más allá de los ajustes presupuestarios.
En cuanto a la intención del Partido Socialista de promulgar una nueva ley de financiación de las grandes obras, Aldama señala que “se han oído cosas dispares, pero en cualquier caso consideramos que el actual marco legal permite llevar a cabo las actuaciones en marcha, aunque, como todo, se puede mejorar”.
El otro de los grandes temas de la construcción al que puede afectar un cambio de color político, la vivienda, no preocupa demasiado a las grandes constructoras. La intención de Zapatero de edificar más pisos protegidos ha sido bien acogida por los miembros de Seopan, aunque advierten, sin embargo, que el resto del mercado, el de las casas de renta libre, debería continuar rigiéndose fundamentalmente por la ley de la oferta y la demanda.
A pesar de que las ideas, las propuestas y las expectativas de los constructores acerca del nuevo Gobierno son claras, Aldama ha recordado que se debe ser cauteloso, ya que habrá que esperar a que el nuevo Ejecutivo empiece a funcionar “desde la Moncloa y no desde Ferraz” y que, una vez todos se hayan sentado en sus asientos puedan empezar a “servir al país a través del Gabinete que gobierne”.