Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Semana de números rojos para los principales índices de renta variable estadounidenses, que no pudieron soportar la presión vendedora, después de más de dos meses de ascensión constante. El débil dato del PIB publicado, 4%, cuando todo el mercado esperaba un crecimiento cercano al 5%, fue la excusa perfecta para recoger los beneficios acumulados durante estas últimas semanas y aligerar, de paso, el porcentaje de renta variable de las carteras de los gestores de fondos.
Además, durante la semana conocimos el ISM manufacturero, que registró un mínimo ascenso en el mes de enero, situándose en los 63,6 puntos, frente a los 63,4 puntos del pasado mes de diciembre.
Por lo que respecta al sector constructor, el gasto en construcción del mes de diciembre volvió a ascender con respecto al mismo mes del año pasado, aunque algo por debajo de las estimaciones, un 0,4%. Con esto, el Dow Jones finalizó la semana (del 26 de enero al 2 de febrero) situado en los 10.499,18 puntos, con un descenso acumulado del 1,9%. El S&P 500, por su parte, perdió un 1,74% respecto al cierre de la anterior semana, quedando situado en los 1.135,26 puntos. Este descenso confirma el sentimiento de sobrecompra que experimentaba el mercado y permitirá coger fuerza a los índices para continuar con el rally alcista de manera más desahogada.