El complejo, construido por Necso, dispone de 31.500 metros útiles
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Las instalaciones destinadas a la subasta de pescado son ya una realidad en A Coruña, después de que la empresa Necso terminara la construcción de la nueva lonja, que ha contado con un presupuesto cercano a los 18 millones de euros. Entre sus servicios, destaca el sistema informático, las grandes salas para la manipulación del producto y el amplio aparcamiento de que dispone, con capacidad para 33 camiones.
Marisa Prado
A Coruña
El puerto de A Coruña cuenta con una de las lonjas más modernas de Europa, gracias a la construcción de un edificio nuevo en los terrenos donde se ubicaba el antiguo centro en el que se comercializaba el pescado fresco que llegaba a los muelles de la ciudad. Las obras, llevadas a cabo por la empresa Necso, adjudicataria de las actuaciones, han contado con un presupuesto cercano a los 18 millones de euros y con 20 meses de trabajo.
La lonja se ubica en el muelle de Linares Rivas y ocupa los terrenos donde se situaban los rederos y las parcelas en las que se encontraban alguna de las chabolas de los armadores.
El consejero de Política Territorial, Alberto Núñez Feijoo, y el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, han sido los encargados de inaugurar las nuevas instalaciones. En su discurso, Blanco ha destacado que “el inmueble está a la altura de los mejores modelos de Europa en cuanto a su gestión”.
Arquitecto de prestigio.- El diseño del edificio, acristalado, es obra del arquitecto gallego César Portela. Su construcción ha supuesto la adaptación del muro a las exigencias comunitarias en cuanto a conservación del pescado y del marisco, así como en todo lo que se refiere a la informatización de las subastas.
Así, la lonja dispone de salas de subasta totalmente informatizadas, que permitirán comprar la mercancía recién llegada a puerto a través de Internet. El proceso es muy simple, el centro cuenta con una sala equipada con monitores, donde se pueden apreciar las imágenes de la mercancía, así como el precio que alcanzaría en otras lonjas europeas y la evolución de las subastas.
Los 31.341 metros cuadrados de superficie útil de que dispone el inmueble cuentan con una zona de preparación de pescado, salas de expedición, locales para exportadores y sala de frío. También cuenta con una zona de ventas, cantina-comedor, vestuarios, una oficina bancaria, el centro informático, y aparcamiento con capacidad para 33 camiones, 66 camionetas y 165 turismos.
Una de las características principales del edificio es que permite contar con grandes espacios que facilitan las operaciones de transporte intermodal, desde los cantiles de descarga marítima, hasta los andenes de carga terrestre, lo que permite que las operaciones de frío se puedan mantener sin problemas durante todo el proceso que se lleva a cabo en el tratamiento, exposición y subasta de los productos.
Las instalaciones estarían preparadas para recibir la descarga simultánea de hasta nueve buques de los que faenan en el Gran Sol, que pueden atracar en otra de las obras que se han realizado de manera simultánea a la de la lonja.
Ahora, el complejo está constituido por un muelle de atraque y un cantil de descarga cubierto de unos 10 metros de anchura y con ocho salas de exposición, que cuentan con 1.000 metros cuadrados cada una, y a las que llegará el pescado directamente desde los buques o por camión procedente de otros puertos.
También forman parte del edificio 50 locales para exportadores, cada uno de ellos tiene una superficie de 140 metros cuadrados, instalaciones de refrigeración que mantienen la temperatura ideal para el pescado y que se sitúa entre los cuatro y los diez grados centígrados, y un silo de hielo con capacidad para 25 toneladas.
Tratamiento de residuos.- El complejo dispone de una sala de 180 metros cuadrados para almacenar cajas y un área de expedición de limpios, que consta de dos salas de 240 metros cuadrados cada una de ellas, dotadas de ocho andenes de carga de camión. Además, ofrece dos salas específicas para el tratamiento de residuos y la depuración de aguas, en las que se podrán recoger los desperdicios de forma selectiva.
Todas las instalaciones están adaptadas a la normativa europea sobre las medidas sanitarias que deben aplicarse en los establecimientos que están destinados a la comercialización de pescado.