muy personal/ Carlos Lamela
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
- ¿Qué otra profesión habría escogido en lugar de ser arquitecto?
- Diplomático o piloto de aviones. Siempre he dicho que necesitaría tres vidas para morirme contento tres veces, una para la arquitectura, otra para la carrera diplomática y otra para ser piloto profesional, porque únicamente vuelo a nivel de aficionado.
- ¿Tiene algún libro favorito?
- "Una isla en el mar rojo", de Wenceslao Fernández Flores, que es un libro muy antiguo y de un autor ya poco conocido de humor, aunque curiosamente esta novela no tiene contenido cómico. Se trata de una historia personal que transcurre durante la Guerra Civil y que me impresionó mucho cuando lo leí.
- ¿Y película de cine?
- Voy a decir un mito, pero es verdad, "Casablanca", sin dudarlo. La ví de nuevo la semana pasada por... decimoquinta vez.
- ¿Ha habido algún arquitecto que haya influido en su carrera?
- A parte de mi padre, muchos. Siempre me gustó Richard Neutra, un arquitecto norteamericano de origen austriaco de los años 40-50. Creo que la arquitectura moderna de esa época es la mejor que ha habido, porque se han hecho las cosas más bonitas que se han podido hacer.
- ¿Qué lugar recomendaría para ir de viaje?
- Recomendaría uno porque no lo conozco y estoy deseando ir: México. Me llama la atención por la cultura maya y porque es un país de extremos y tiene una magnífica arquitectura contemporánea. Está claro que uno de los puntos fuertes del viaje de cualquier arquitecto es fijarse en la arquitectura del lugar, además de la gastronomía, claro.
- ¿Le gusta probar la comida de los países?
- Sí, de viaje sí, por supuesto. Por eso habría recomendado Japón, porque es un país donde la cocina es excepcional, algo que se está demostrando ahora en España con la cantidad de restaurantes japoneses que se están abriendo.
- Dígame un personaje histórico que le atraiga especialmente.
- Ataturk, el padre de los turcos, es una figura que me impresionó desde que leí una biografía suya. Me llama la atención cómo pudo transformar Turquía de un país oriental a uno occidental en un periodo de entre 10 y 15 años.
- Cuénteme un sueño que le gustaría hacer realidad.
- Hacer buena arquitectura, que es un empeño que tenemos todos los días, pero que es muy difícil llevarlo a cabo. En definitiva, se trata de obtener un buen resultado, estando orgullosos de las obras porque están bien planificadas, bien proyectadas y bien construidas. Creo que en España eso es un reto.