Según un informe elaborado por La Caixa el 70% de esta oferta es ilegal
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Más de 1,5 millones de plazas de viviendas de la Costa Blanca se ofertan sin control de la Asociación Valenciana de Turismo. Según estos datos, la oferta es de 20.000 viviendas o apartamentos y unas 80.000 plazas en total. Estas cifras han obligado a los grandes tour operadores a cambiar sus estrategias y ampliar su cuota de mercado en este litoral, utilizando fórmulas de los años setenta.
Mayte Pozuelo
Alicante
El excelente momento que está atravesando el sector de la construcción residencial en la provincia de Alicante en el último lustro ha terminado por influir directamente en la oferta de alojamiento que escapa al control de la Administración, en este sentido ha experimentado un crecimiento del 50%, es decir, 100.000 viviendas turísticas más, sobre las 200.000 de 1998.
Pisos sin control.- Según los datos del Instituto Universitario de Geografía, la Costa Blanca oferta cerca de 1,5 millones de plazas de viviendas no controladas por la Agencia Valenciana de Turismo (AVT). Esto provoca un fuerte impacto económico en el sector, que sufre en este momento una situación delicada debido al incremento en un 20%, de las plazas y la recesión económica que sufren países de emisores de turistas.
La oferta real de segundas residencias que pueden alquilarse durante cualquier época del año en la Costa Blanca alcanza ya las 300.000 viviendas, con 1,5 millones de plazas. Estos datos, contrastan con los oficiales, 20.000 apartamentos y 80.000 plazas.
De los 12 millones de personas que eligen pasar sus vacaciones en la provincia de Alicante, un 25% las disfruta en un apartamento y de este porcentaje, un 15% son turistas con segundas viviendas en propiedad y un 10% en régimen de alquiler.
Estos datos aparecen reflejados en el informe de La Caixa en donde se indica que el 70% del alojamiento extrahotelero es ya sumergido. Estos resultados inciden, incluso, en los sistemas de trabajo de los tour operadores, que han cambiado sus estrategias para poder ampliar su cuota de mercado en la Costa Blanca, fijando sus objetivos en las viviendas turísticas para reducir costes y contar con más plazas a ofertar, y poder así, ejercer una presión sobre los precios que fijan con las cadenas hoteleras de la Costa Blanca.
En 2003, algunos tour operadores han ofrecido hasta 12.000 euros anuales por cada vivienda que se les ceda para su explotación comercial. Otros han llegado a utilizar las mismas técnicas y fórmulas que se llevaban a cabo en la década de los setenta, es decir, las propias compañías se ponen en contacto con el propietario de un solar urbanizable y le dan garantías de explotación de las futuras viviendas por un determinado número de años, facilitando incluso la financiación para poder construir las viviendas.
El informe anual del Patronato Provincial de Turismo de 2002 refleja que la inversión inmobiliaria extranjera en la Costa Blanca será, dentro de tres años, de dos millones de viviendas, el doble que el último dato oficial correspondiente al ejercicio anterior, con 985.000 viviendas de propiedad extranjera.
Este tipo de inversión ha resultado muy beneficioso para las promotoras que trabajan en la provincia de Alicante, aunque, bien es cierto, que el buen momento actual no es sólo debido a la venta de inmuebles a turistas extranjeros, sino que se reparte de forma equitativa entre los compradores de una primera vivienda, los que cambian para mejorar, y los extranjeros y españoles que desean una segunda residencia en el litoral alicantino.
Una consecuencia directa ha sido que en un año con niveles de ocupación superiores a 2002, los beneficios se han frenado por la guerra de precios abierta por las comunidad autónomas balear y canaria, que han conseguido parte del mercado nacional de campings, apartamentos regularizados y plazas hoteleras debido a la recesión económica de países como Alemania, principal emisor de turistas.