así lo ve/ David de Lorenzo/ analista de AFI
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
- ¿Qué le parecen los resultados empresariales que se han conocido estos días?
- Buenos. En líneas generales, son resultados bastante positivos. Lo más destacable, a mi juicio, es el incremento de beneficios por encima del aumento de sus respectivos volúmenes de facturación. Eso significa que se ha optimizado la estructura de costes y que los principales grupos constructores están en una buena situación para afrontar un futuro que será bueno, pero no tan optimista como ahora.
- Nos encontramos en vísperas del nacimiento de la nueva ACS-Dragados. ¿Cómo afectará esto al sector?
- Los movimientos corporativos en el sector constructor no son nuevos; se vienen produciendo desde hace años. No hay que olvidar que los principales grupos actuales son fruto de un proceso de fusión: FCC, ACS, Acciona… El nacimiento de ACS-Dragados no es más que un nuevo paso adelante. En este sentido, los demás grupos ya están tomando posiciones, como demuestra la toma de una participación significativa en FCC por parte de Acciona. Es ley de vida.
- ¿Lo mismo puede repetirse en el sector inmobiliario?
- El proceso de concentración es el mismo: en España, en Europa y en el mundo. La salida de los bancos del capital de las grandes constructoras abrió un nuevo proceso dentro de esa tendencia que no ha terminado. Esa salida trastocó el orden del sector, y ahora, los que no han participado en ese movimiento, tendrán que reaccionar para no quedar rezagados. No es nada nuevo.
- ¿Cómo ve el sector en Bolsa?
- La Bolsa está teniendo este año un buen comportamiento, después de tres ejercicios consecutivos de pérdidas y de una desconfianza generalizada de los inversores. Las constructoras y las inmobiliarias también se han beneficiado de este buen año bursátil. Entre otras cosas, porque los procesos de concentración y los rumores sobre nuevos movimientos también han servido para animar sus cotizaciones.
- ¿Y cómo ve su evolución bursátil para el próximo año?
- Teniendo en cuenta el buen comportamiento que han mostrado, no sería de extrañar una evolución más pausada. A medida que los inversores vayan recuperando la confianza en el mercado, se diluirá el efecto refugio que siempre ha caracterizado a constructoras e inmobiliarias. A esto hay que añadir un peor comportamiento esperado de la promoción residencial, que frenará la actividad de construcción de vivienda. No creo que 2004 sea un año malo, pero tampoco esperamos grandes subidas.