Los vecinos de Delicias se oponen a la construcción de viviendas en El Portillo
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Las obras urbanísticas que la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad 2002, integrada por el Ministerio de Fomento, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza, tiene que poner en marcha en la capital aragonesa para cubrir los gastos del AVE, tendrán, como una de sus fuentes de financiación, la enajenación del antiguo cuartel ferroviario de la avenida de Navarra, donde se construirán cerca de 285 viviendas de precio libre.
La sociedad tiene previsto poner en el mercado en torno a los 37.000 metros cuadrados edificables en esta zona entre finales de este año y principios de 2004.
Los terrenos se adjudicarán mediante concurso público y la operación garantizará unos ingresos mínimos de 30 millones de euros, con lo que se podrán afrontar los gastos de la redacción de los proyectos del convenio del AVE e iniciar las obras de algunas actuaciones, que incluyen el traslado de las instalaciones de carga de Renfe a la plataforma logística, la ampliación de la Ronda Sur ferroviaria, la reconversión de los accesos de la A-68 y de la vía de Oliver en un corredor verde, apeaderos para cercanías, la finalización del soterramiento y el puente del Tercer Milenio.
El consejo de administración de Zaragoza Alta Velocidad ya aprobó el pasado verano la enajenación de los suelos del entorno ferroviario de Delicias en varias fases con la finalidad de conseguir financiación. En total, la operación prevé levantar cerca de 3.000 pisos en las 100 hectáreas de la zona de la estación intermodal de El Portillo para sufragar el convenio del AVE.
La cesión de los terrenos del cuartel se hará oficial en el próximo consejo de la sociedad y cuenta, desde hace unos meses, con el visto bueno de Renfe, la hasta ahora propietaria del suelo.
El último trámite será aprobar la modificación de usos del cuartel en el PGOU, lo que está provocando rechazos por parte de los vecinos de Delicias. La asociación Manuel Viola no está de acuerdo con “pagar todas las obras derivadas de la llegada del AVE a la capital aragonesa”, ya que consideran, según ha manifestado su presidente, Angel Muñoz, que va a ser el barrio, en el que estaba previsto construir un centro cultural y zonas verdes, el que las acabará pagando.
Los vecinos defienden también la construcción de oficinas, lo que dinamizaría la zona y contribuiría a la creación de puestos de trabajo, y aseguran que harán lo necesario para que no se ponga en marcha ninguna promoción residencial en esos terrenos.