El proyecto está en fase de borrador y debe recibir el visto bueno del Ejecutivo
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El Ayuntamiento de Zaragoza, que dirige Juan Alberto Belloch, ya tiene casi listo el plan especial de los suelos del Portillo, en el que se dibuja una gran torre acristalada de 25 pisos y base triangular que estará ocupada por oficinas, y un mayor espacio para la zona verde del que hasta ahora estaba previsto.
A la espera de la entrega del trabajo este mismo mes a la sociedad Zaragoza Alta Velocidad, entidad responsable de gestionar el convenio del AVE, el proyecto ya tiene prácticamente cerrado el diseño urbano de los 160.000 metros cuadrados de superficie y sólo quedan pendientes cuestiones relativas al tráfico. El plan está en fase de borrador y aún debe recibir el visto bueno del equipo de gobierno, PSOE-CHA, que podría modificar algunos de sus aspectos.
Los técnicos han basado la ordenación de los terrenos que ocupa la antigua terminal ferroviaria en los ganadores del concurso de ideas, Luis Franco y Mariano Pemán, y han tomado ideas del equipo de arquitectos que quedó en segundo lugar, liderado por José María Ezquiaga. En este sentido, se conserva el gran parque central previsto, por lo que la suma de espacios libres y viario supondrá aproximadamente el 85% de la superficie.
No obstante, Urbanismo ha planteado un desplazamiento del rascacielos de 30 alturas ideado por Pemán y Franco. Ahora lo sitúan en la zona norte, cerca de la rotonda de la avenida de Madrid y del acceso a la A-68 desde el paseo de María Agustín. La decisión de cambiar la ubicación del rascacielos, que tiene una superficie máxima edificable de 32.000 metros cuadrados, permitirá generar una mayor zona verde.
El borrador del plan especial también contempla la construcción de un edificio con usos hoteleros, que tendrá como máximo 7 alturas. Estará situado cerca del rascacielos y del acceso a la autopista. En total, 16.000 metros cuadrados edificables.
Sin viviendas.- Los técnicos se han ceñido al máximo a la ficha del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Por eso, no se contempla en la ordenación ni una sola vivienda, mientras que el de Pemán y Franco reservaba espacio para unas 800. No obstante, en el entorno puede haber pisos (los terrenos de Averly en el paseo de María Agustín o los del cuartel de Mayandía de la Policía Nacional).
Lo que sí plantea el proyecto es una ampliación del número de plazas de aparcamiento, muy por encima del mínimo fijado por el PGOU (800). Se está barajando la posibilidad de alcanzar las 1.500 plazas, aunque se podrían superar incluso las 2.000.
Los arquitectos han situado una franja de equipamientos en la zona más cercana a la avenida Anselmo Clavé. Serán edificios públicos, con usos que todavía no se han concretado, por lo que su diseño no está cerrado. El resto del espacio, hasta Escoriaza y Fabro, quedará ocupado por un gran espacio ajardinado. En esa zona también está previsto el apeadero de Renfe para la futura red de Cercanías. Se situará a la altura de la zona verde de Parque Roma. Este apeadero contemplaría una pequeña zona comercial, similar a la de las estaciones de metro que existen en otras ciudades.