FIRMAS

Votemos de una vez

villa y corte/Alberto Delgado

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Tengo la sensación de que los madrileños están cansados de este largo periodo de interinidad en la Comunidad madrileña. Las campañas electorales son, en muchos casos, aburridas y, en su mayor parte, faltonas con los adversarios, y algo despreciativas hacia el pueblo, al que parecen considerar menor de edad o con escasa capacidad de raciocinio por la cantidad de promesas inviables y hasta injustas.

El “gratis total” para jóvenes y mayores en los transportes públicos ofrecido por Simancas, que ahora han descubierto los socialistas que figuraba hace 12 años, pero sólo para los mayores de 65, en el programa de Alvarez del Manzano, ha sido ampliamente debatido. Pero se discute más si es viable -Simancas ha sido tajante: si no lo cumple, dimite- que si es necesario, y justo.
Que el “gratis total” no existe, es algo sabido. Lo que unos se ahorran lo pagarán otros, o lo pagaremos todos. Ayudar a los jóvenes y a los mayores está muy bien, siempre que lo necesiten. Pero que un “lampante” de 64 años tenga que pagar el metro o el autobús, y que a Emilio Botín, Amancio Ortega o Isidoro Alvarez, por poner tres ejemplos que se acercan al absurdo, les salga gratis, no parece que sea muy progresista.
A medida que se acerca el día de las elecciones, aumentan las propuestas, que no figuraban en los programas anteriores. En esto el PP e Izquierda Unida están demostrando más coherencia, mientras el PSOE, quizá porque las encuestas le anuncian la pérdida del Gobierno de la Comunidad, da la sensación de que está haciendo ofertas a la desesperada.
Comprendo que tener en la mano la gobernabilidad, y perderla por un par de tránsfugas, es para enfadarse. Pero el pueblo de Madrid no tiene la culpa de que los socialistas incluyeran a infieles en sus listas. Lo ideal sería que los madrileños acudiéramos de nuevo, masivamente, a las urnas el próximo domingo. Pero el culebrón montado por la espantada de dos diputados, que no hubiera tenido trascendencia de no haber sido tan ajustado el resultado, puede provocar el hastío, además de la decepción, de muchos votantes potenciales.
Hay que acabar de una vez con esta situación, que es mala para todos, pero sobre todo para el sufrido pueblo madrileño.