No obstante, la problemática se circunscribe a localizaciones muy puntuales, como la zona de Malasaña o Chueca en Madrid o Las Ramblas y el L'Eixample de Barcelona, donde resulta prácticamente imposible encontrar una vivienda en alquiler para larga estancia. De ahí que el escaso producto que sale al mercado se alquile en cuestión de horas y a unos precios mucho más elevados que hace un par de años.
El alquiler medio en el barrio de Malasaña se mueve entre 1.200-1.300 euros al mes
"En Malasaña, apenas entra producto en alquiler. Los pisos para arrendamiento en esta zona son muy escasos, y lo poco que sale al mercadose alquila con una enorme rapidez", asegura Ignacio Fabra, bróker de RE/MAX Estate & Service, ubicada en este barrio de moda madrileño. "Esta misma tarde tengo que enseñar un piso de apenas 35 metros cuadrados. Tengo programadas siete visitas en hora y media. La casera pide por él 850 euros al mes. Y lo más probable es que lo alquile esta misma tarde, ya que los interesados suelen venir con todos los papeles preparados para poder reservarlo". Los alquileres en esta zona difícilmente bajan de los 800 euros para los pisos de apenas 40 metros cuadrados y un dormitorio, pero la media, tal y como explica Fabra, se mueve entre 1.200-1.300 euros al mes. En el portal inmobiliario idealista, pueden encontrarse pisos de apenas 60 metros por 2.700 e incluso 3.500 euros al mes para propiedades de lujo.
Desde Airbnb, se defienden. "El 'home sharing' no elimina vivienda disponible del mercado, porque las personas que viven en esas viviendas siguen ahí, están compartiendo sus primeras residencias. Una parte de esa gente, además, usa el dinero para hacer frente a los gastos de la vivienda", apuntan a El Confidencial desde la compañía. "En varias ciudades del mundo, se han llevado a cabo estudios que demuestran que el número de casas anunciadas en Airbnb que tienen un uso exclusivamente profesional es demasiado bajo como para tener un impacto sobre el mercado de la vivienda".
No obstante, la elevada rentabilidad que ofrece el alquiler turístico ha llevado a muchos particulares o pequeños inversores a comprar viviendas en este tipo de zonas para posteriormente venderlas u obtener una rentabilidad mediante el alquiler turístico. Precisamente, según datos de Tecnocasa, detrás de tres de cada 10 ventas que se realizan en Madrid hay un inversor particular. "En realidad, el pequeño inversor siempre ha estado ahí", explica Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria. "Hoy en día, tal y como están los precios de venta y los alquileres, resulta más barato comprar que vivir de alquiler. O comprar y posteriormente alquilar, porque la rentabilidad de los alquileres hoy en día es bastante elevada".