FINANZAS

Socimis, la inversión de moda

Redaccion | Lunes 20 de abril de 2015
Con la crisis del ladrillo España se vio envuelta en una hecatombe económica. Edificios recién hechos pero sin comprador, vacíos, a la espera de una hipoteca o un nuevo propietario. La espiral decreciente del sector de la construcción provocado por el estallido de la burbuja inmobiliaria forzaba a los mercados a renovarse y porder dar así, una salida a los activos destinados al abandono.


En este contexto, nacieron las conocidas socimis, un tipo de personalidad jurídica cuya finalidad es "la adquisición y promoción de bienes inmuebles de naturaleza urbana para su arrendamiento", con el objetivo de dar salida al stock urbanístico paralizado.

Para ello, el Gobierno legalizó en 2009 las socimis, sociedad anónima cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario, aunque no sería hasta 2013, con la creación de un marco legal más flexible, cuando este vehículo de inversión comenzó a consolidarse.

Con un capital inicial de 5 millones de euros, su atractivo reside en la exención del impuesto de sociedades, siempre que se permanezca más de tres años en España y que no se produzcan compensaciones de bienes inmuebles negativas.

Otro rasgo distintivo de este tipo de persona jurídica es la adquisición y promoción de bienes inmuebles de naturaleza urbana para su arrendamiento. No obstante, la legislación vigente solo obliga a alquilar el 80% de los activos.

Respecto a la distribución de dividendos, deberán repartirse el 100% de los beneficios que provengan participaciones. No ocurre así en las ganancias distribuidos por las entidades, en cuyo caso se reparte el 80%. En la transmisión de inmuebles acciones o participaciones, únicamente se distribuye el 50% de la rentabilidad, la otra mitad restante debe reinventirse en otros inmuebles o participaciones. Por ley, la reserva legal no excederá del 20% del capital social.

Inversores como Warren Buffet o George Soros son algunos de los magnates que vieron una oportunidad de negocio en este sector ante el continuo descenso de las tipos de interés y las políticas cuantitativas. La urgente necesidad en España de vender estos activos inmobiliarios y la constante caída del precio de la vivienda son otros de los alicientes que han atraído esta inversión extranjera.

La tendencia alcista de la inversión no residencial en el primer semestre del año pasado propició una facturación de 2.300 millones de euros. Pese a que la mayoría del capital procedía del extranjero, en concreto de China, Látinoamérica y Golfo Pérsico, la inversión nacional se multiplicó por más de dos (+150%) e inyectó 810 millones de euros al sector inmobiliario en la primera mitad del año.

No obstante, está modalidad de negocio no solo se está explotando en la construcción. La industria hotelera también se lanza a al mercado de las socimis. Tal y como dio a conocer este lunes la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Hispania y Barceló firmaron un contrato que une a ambas en el primer proyecto conjunto de inversión inmobiliaria del sector hotelero vacacional en España, con una inversión inicial de 421 millones en 16 hoteles. Pese a que la vocación de este proyecto es temporal, los consejeros delegados pretenden alcanzar un volumen mínimo de 12.000 habitaciones.

LAS SOCIMIS SE LANZAN A LOS MERCADOS FINANCIEROS

La primera socimi que debutó en la Bolsa española fue Lar España Real Estate en marzo de 2014. A partir de ese momento se han ido sumando al parqué otras sociedades como Quabit Hispania Activos Inmobiliarios, cuyo nivel de capital en Bolsa ronda los 55 millones de euros.

En el caso de las sociedades pequeñas, como Uso Property, empresa que tiene alquiladas todas las oficinas se Santander, cotizan en el mercado alternativo búrsatil MAB). Un total de 1.136 inmuebles que en apenas un mes ha conseguido poner más de dos millones y medio de acciones en circulación.

Jesús González, el vicepresidente y director gerente de este parqué alternativo, prevé que varias empresas salgan a bolsa antes de verano, algunas de ellas con un importante volumen de capital. ¿Será está la solución definitiva al sector que encendió la mecha de la crisis?