Raúl Heras
En esta historia, de la que faltan por escribirse sus capítulos más importantes, existen muchas mentiras. Mentiras políticas y mentiras económicas que resultan difíciles de deslindar y adjudicar a sus protagonistas. Para empezar lo más gordo: ¿existe una conspiración para que no gobierne la izquierda en Madrid o todo se inicia con una pelea fratricida en el seno del socialismo, con consecuencias mal calculadas?. Un abismo separa ambas vías de investigación e interpretación del escándalo. Desde el PSOE insisten en lo primero, desde el PP en lo segundo. Y en Izquierda Unida se limitan a lo más práctico para ellos: Habría que gobernar, el resto era, es y será siempre negociable, asumible y hasta perdonable.
Vayamos con las claves para descubrir las posibles mentiras e intereses de unos y otros. Claves polémicas como no podía ser de otro modo, y sujetas a nuevas averiguaciones o a la presencia de nuevos y destacados actores en la escena:
1.- Si Tamayo y Balbas planearon la operación de caída socialista al servicio de otros intereses, ya fueran éstos empresariales o políticos, han sido muy torpes ya que utilizaron los teléfonos oficiales, se reunieron en los despachos y restaurantes habituales, y junto a otros tres militantes de los Renovadores –que no están bajo sospecha- hablaron y comentaron lo que "podía" pasar el día 10 en la Asamblea cuatro días antes, concretamente el seis a mediodía en el restaurante Pazerón de Alaska. Maestre, Díaz y Rojas siguen en el PSOE y pueden servir de testigos, dado que los otros tres han sido expulsados o suspendidos de militancia.
2.- Las versiones de las conversaciones mantenidas entre Tamayo y Blanco, entre éste y Balbás, entre Tamayo y Sabando, entre Tamayo y Romero y así hasta llegar a las que se cruzan entre Tamayo, el abogado Verdes y el empresario Bravo son muy diferentes. Mientras Tamayo y Balbas no se cansan de repetir que avisaron de lo que iba a suceder en el aspecto político y dentro del PSOE; Blanco y Romero niegan la mayor y aseguran que de saberlo, no habrían dejado que las cosas sucedieran así. De nuevo existen testigos claves: Ignacio Díaz, José Antonio Díaz y Luís Maestre. Y en el apartado de las amistades peligrosas, tanto Verdes como Bravo, como el inesperado "comodín" político-empresarial que es Fernando Bastarreche no cesan de explicar que se debe separar la crisis política de los aspectos personales, pese a que exista esa derivada "hotelera" que tan poco les favorece.
3.-Tamayo asegura que se citó con Romero el día 10 en la Asamblea y que éste le dio esquinazo. Romero dije justo lo contrario. El primero afirma que lo esperó en su despacho de la planta quinta; el segundo que quiso tomarse un café que Tamayo rehusó. Testigos: una gran parte de los diputados de la Asamblea que debieron presenciar el ir y venir de sus compañeros de escaño.
4.-Balbas y Tamayo mantienen que Rodríguez Zapatero los convirtió en sus adalides en Madrid desde su llegada a la secretaría general del PSOE en el 35 Congreso Federal, con Pepe Blanco como hombre del día a día y encargado de llevar a buen puerto los compromisos pactados. Ponen fechas y escenarios a las reuniones, que llegan hasta la antesala de las designaciones de cabeceras de lista en el socialismo para los comicios de Madrid, en los que el nombre de Trinidad Jiménez frente a las aspiraciones de Joaquín Leguina se acuerda a varias bandas y con Rafael Simancas como moneda de cambio. Hubo, dicen los ahora "malditos" más personas involucradas, desde José Antonio Díaz a Pedro Sabando, pasando en algún momento por Pepe Acosta y miembros de Izquierda Socialista.
5.- Los dos líderes de los antiguos Renovadores por la Base, afirman que representan junto a los otros Renovadores de Garcia-Hierro el 40% de la FSM. Antonio Romero, por el contrario, se ufana de que en la actualidad apenas llegan al 8%. En esa enorme diferencia está la representación en listas y puestos de un futuro Gobierno que hace estallar el conflicto o que se pone como excusa para el mismo, y al que habría que sumar la necesidad de entregar importantes parcelas de poder a Izquierda Unida. Si se le añaden los choques personales en la dirección, la rabia puede convertirse en causa o en pretexto, pero no puede negarse su existencia.
6.- El empresario Bravo ayudó a Tamayo a buscar un hotel para el día D, y su tío, Francisco Vázquez, ayudó a Fernando Bastarreche a que éste "quedara bien" con su jefa Paloma García reservando una suite nupcial en otro hotel. Aseguran todos que son amigos y residentes en Madrid. Bravo visitó la sede central de Génova para entrevistarse con Romero de Tejada acompañado de concejales de Sevilla la Nueva. Vazquez es más discreto y no le gustan las apariciones públicas. Si el PP estaba al tanto del escándalo, sería de una torpeza inmensa citar a uno de los supuestos brazos ejecutores en el propio despacho y en el mismo día en que "se comete el crimen". Además, todos los que conocen a Romero de Tejada saben que no emprendería una acción de ese tipo sin consultar por lo menos a dos de sus superiores como son Javier Arenas y Rodrigo Rato; y Bravo no llevaría "otro caso" conflictivo y de control político el mismo día de autos a las mismas personas. Tanto error no sería asumible, luego es más fácil creer en la casualidad.
7.- Balbas y Tamayo hablan y no paran acerca de que el auténtico "clan inmobiliario" está en el entorno de Simancas y afirman ante todo aquel que quiere escucharles que lo formarían Ruth Porta, su marido Enrique Benedicto y los dos consejeros que el PSOE tiene en Caja Madrid y que no son otros que Antonio Romero y Ramón Espinar. Porta ha roto su inicial y espectacular silencio, lo mismo que su marido de formas muy contundente y tan brutal como sus dos intervenciones en el Pleno de investidura de la Asamblea madrileña. Ella es rica por familia, no tiene nada que ocultar y ahí está su declaración de patrimonio, mientras que Benedicto pide que se le llame ante la Comisión de investigación para aportar cuantos datos se le soliciten, y con la Fundación Hogar del Empleado que crearan los jesuitas por delante. En el PSOE apoyan a los dos, al tiempo que aseguran que no hay luchas internas o familias. Las batallas en más de un Ayuntamiento y las denuncias previas dicen lo contrario. Un día y otro personaje: el exalcalde de Humanes, Adolfo Alvárez Sojo, en el despacho de Antonio Romero junto a Porta, podrían aportar nuevos elementos. Sería una cita en la Comisión muy interesante y tal vez esclarecedora.
8.- Desde el Partido Popular se desmarcan de cualquier responsabilidad directa en los hechos, pero es verdad que han aprovechado desde el principio, y parecería con un plan preconcebido en razón de información previa de lo que podía pasar, el más mínimo de los resquicios para aumentar poder en la política; y si Simancas se contradice en lo de asumir o no la presidencia tras la investidura, algo parecido le ha ocurrido a Esperanza Aguirre. Las prisas de los dos y las declaraciones al minuto llevan a errores y a tener que rectificar en las declaraciones, lo cual no aporta luz y sí muchas más "tinieblas".
9.- De existir una conjura, el nivel político de la misma, haría que de participar empresarios, éstos fuesen de primer nivel, muy por encima de los nombres que han aparecido hasta el momento, con la compañía imprescindible de asesores políticos y jurídicos, que calculasen tiempos estatutarios y reglamentos de la Asamblea. También es verdad que en los ambientes inmobiliarios de Madrid se extiende estos días una curiosa interpretación basada en la trilogía del mar, los lagos y los charcos, referencia acuática que habla de los distintos ámbitos de importancia en que se mueve ese sector. De esa forma, no habrían intervenido los grandes "peces" que se mueven en el gran mar, ni siquiera los medianos que habitan los lagos, y estaríamos ante una mezcla de pequeños habitantes de la multitud de charcos municipales.
10.-En el PSOE ya apuntan en varias direcciones-relaciones entre el Partido Popular y núcleos empresariales: A Vázquez y Bravo se añade el abogado-empresario Verdes, y al entorno de Romero de Tejada el de Manuel Cobo. Apuntan en otras direcciones que pasan por la Universidad Complutense. Es difícil unir todas esas supuestas redes en una única red. Es verdad también que golpeando en el agua salen los mejores peces.
La verdad del embrollo comienza a ser múltiple. Es posible que fuese una guerra interna, con terrible enfado sin analizar las consecuencias finales por parte de Tamayo y Sáez, por un lado, y la dirección socialista, por otro; es posible que se orquestara una pequeña maniobra político-empresarial que fue creciendo hasta el día 10 tras asistir a una extensión del "conocimiento" en los días previos; es posible que el PP lo supiera desde el domingo, y sí parece que una parte lo sabía desde la noche del lunes, esperara a que pasase y luego se aprovechara de la situación; es posible que sea una conspiración al nivel del 23-F como dice Zapatero... Es posible que la dirección del PSOE se haya equivocado en casi todo. Desde luego el PP no ha ayudado, ni está ayudando nada a que se esclarezca: o bien la grotesca representación, o bien la conjura antidemocrática. Lo único cierto y comprobable: el daño, el daño con mayúsculas al sistema político, a la credibilidad de las instituciones y a la economía. Por lo menos un punto del diferencial de crecimiento español respecto al resto de Europa está en la construcción y el urbanismo, y una Comunidad tan importante para el PIB nacional, como es Madrid, está paralizada y algunos de sus grandes proyectos en peligro. Muchos motivos para buscar y rápido la mejor de las soluciones, que siempre será la más clara y comprensible para el común de los ciudadanos.