ARQUITECTURA

Nace el primer Sindicato de Arquitectos de España para luchar contra la precariedad laboral del sector

Sus objetivos son la representación, defensa y promoción de los intereses de los trabajadores y profesionales del ámbito de la arquitectura

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
26/04/2010.- Se ha constituido el Sindicato de Arquitectos de España (SAE), primer sindicato del sector de la arquitectura en nuestro país que representará y promocionará los intereses laborales, económicos, culturales y profesionales de los trabajadores y profesionales del ámbito de la arquitectura. Según dicho sindicato, "las empresas de arquitectura constituyen un conjunto empresarial especializado en el que los trabajadores de este sector suelen ser objeto de prácticas laborales ilegales que perjudican al conjunto de profesionales y lastran la competitividad del sector. De manera inconsciente los estudios de arquitectura se han adentrado en la precariedad y el subempleo, arruinando el prestigio social y la idea de calidad inherente a la profesión. El sector de la arquitectura no cuenta en España con un convenio colectivo específico, cerca del 60% de los profesionales del sector trabaja bajo la figura del “falso autónomo” y en 2009 los ingresos por actividad descendieron al 50% con respecto a 2006. La situación de los jóvenes es aún más preocupante, ya que el porcentaje de “falsos autónomos” se eleva hasta el 63% en los profesionales de hasta 35 años y más del 50% de ellos cobra entre 1.000 y 1.500 euros al mes".

Desde hace años se producen, dentro de la profesión de arquitecto, prácticas laborales ilegales generalizadas,según el SAE, y "de manera inconsciente el sector se ha adentrado en la precariedad y el subempleo, arruinando el prestigio social y la idea de calidad inherente a la profesión. Este uso consiste casi siempre en realizar un fraude a la Seguridad Social y al trabajador por medio de la figura del Falso Autónomo”.

La figura ilegal del “Falso Autónomo” consiste, según el SAE, en mantener dentro de la estructura del estudio a un trabajador no contratado, al cual se le encomiendan tareas de todo tipo – incluida la dirección de obra – sin derecho a Seguridad Social ni otra cobertura social, paro o baja por enfermedad, sometido a la voluntad de su jefe en cuanto a vacaciones pagadas, horas extra, horarios, exclusividad, propiedad intelectual, etc. En otras palabras, esta figura se utiliza para encubrir una relación laboral empleado-empleador simulando que es una relación mercantil empresario-cliente.

El problema del Falso Autónomo afecta de manera muy directa a las empresas de arquitectura ya que los estudios que subemplean bajo la figura del Falso Autónomo, además de vulnerar la Ley, realizan una competencia desleal al resto de la profesión debido a que, al no asumir los gastos derivados de la contratación, pueden ofertar precios más bajos que la competencia. En la actual crisis estas prácticas pueden llevar a la ruina a aquellos que contratan a sus trabajadores cumpliendo la Ley.

El problema del Falso Autónomo es difícil de acotar en cuanto a número de afectados y características, ya que la propia naturaleza ilegal e informal de este tipo de infra-contratación complica su análisis.

El colectivo de falsos autónomos no se detecta apenas en las encuestas sobre la profesión realizadas hasta ahora. Si se observan las últimas cifras de la encuesta Informe Arquitectos 2007 realizado por el CSCAE y ARQUIA, parece que existe únicamente un 22% de arquitectos colaboradores, lo cual no parece constituir una proporción muy alta en el conjunto de la profesión. Sin embargo, la cifra de arquitectos “colaboradores” en un estudio es mucho mayor, pudiendo cifrase en torno al 70%- 80%, según el SAE.

A las circunstancias derivadas de la figura fraudulenta del Falso Autónomo se añade una caída de los salarios en los contratos verdaderamente dramática que se suma a una alta tasa de temporalidad. Una caída real que afecta también al estatus profesional respecto a otras carreras de naturaleza y competencia similar como la Ingeniería de Caminos, donde los trabajadores son contratados por Convenio percibiendo, sin necesidad de experiencia previa, un salario mínimo de 22.937,51 euros (2009). Mientras, la profesión de Arquitectura carece de Convenio colectivo específico de ámbito nacional y no cuenta en muchas comunidades autónomas con representación patronal o sindical. Un arquitecto recién titulado tiene muy pocas expectativas de alcanzar un trabajo acorde con su capacitación y que le permita plantearse un proyecto de vida prometedor.

El colectivo de Arquitectos Explotados, antecedente del SAE, ha realizado una encuesta acerca de la situación del sector entre más de 500 arquitectos colegiados y no colegiados, principalmente jóvenes hasta 35 años, y donde destacan las siguientes conclusiones:
  • Un 70% de los encuestados trabaja como autónomo, mientras que un 6% lo hace sin contrato y tan sólo un 7% asegura disponer de un contrato laboral. De ese 70%, un 63% reconoce trabajar como “falso autónomo”.
  • El 54% tiene una retribución media que oscila entre los 1.000 y los 1.500 euros mensuales, siendo sólo un 6% los que reciben más de 2.000 euros y existiendo un 15% que afirma cobrar menos de 1.000 euros mensuales.
  • La edad de los encuestados se encuentra en la mayor parte de los casos (63%) comprendida entre los 25 y los 30 años. Un 32% tiene entre 30 y 35, un 4% más de 35 y un 1% menos de 25 años. De ello se deduce que los profesionales de hasta 35 años son los principales afectados por las condiciones laborales del sector.


El ámbito profesional del SAE es el de arquitectos y profesionales de la arquitectura, en un sentido amplio. Aunque el sindicato nace de un colectivo de arquitectos, el ámbito profesional se ha abierto al resto de trabajadores empleados en empresas del mundo de la arquitectura, entendiendo el sindicato como una corporación de defensa de los intereses generales de los trabajadores de estas empresas.

Los objetivos del SAE son, en general, la representación, defensa y promoción de los intereses laborales, económicos, sociales, culturales y profesionales de los trabajadores y profesionales del ámbito de la arquitectura.

Su finalidad es la lucha contra la precariedad laboral entre los arquitectos y demás profesionales de la arquitectura, y la erradicación de las diferentes formas de empleo ilegal entre éstos, promoviendo el cumplimiento de las leyes laborales y fomentando el conocimiento de éstas.

La primera meta del SAE será conseguir un convenio colectivo específico para el sector donde se regulen las condiciones en las que se realiza el trabajo por cuenta ajena en estudios. Esta es una reivindicación histórica que debe ser resuelta y dejar atrás convenios del ámbito administrativo.

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