Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El descanso estival parece que ha servido para producir una rebaja del pesimismo sobre la situación y evolución del sector inmobiliario español. Ya se comienza a hablar de que el sector puede haber
tocado fondo, algo en lo que se coincide mayoritariamente, pero todavía no hay acuerdo sobre cuándo se iniciará la recuperación. Los más optimistas ya ven signos de que esta recuperación ha comenzado pero algunos analistas señalan hasta cuatro los años que serán necesarios para completar este proceso o alcanzar al menos cifras que sean aceptables.
Todavía no es el momento de echar las campanas al vuelo ya que las empresas del sector pasan todavía por malos momentos. Recientemente se ha producido la declaración del concurso de acreedores para Nozar y la sombra se cierne sobre otras empresas que están en boca de todos y que, difícilmente, van sobreviviendo. También es verdad que hay otras que consiguen salir, como es el caso de Llanera, y de otras que alcanzan a firmar acuerdos de refinanciación con sus acreedores que les permiten seguir adelante y, además, obtener financiación adicional que les facilite continuar y finalizar las promociones pendientes de entrega.
El que, imitando a Saulo de Tarso, parece haber visto la luz es el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero quien, tras años de culpabilizar al sector inmobiliario y de ponerle en la picota, ahora se ha concienciado de que sin su recuperación y concurso no será posible salir del todo de la crisis. Su camino hacia la luz se produjo en el último pleno en el Congreso de los Diputados para tratar sobre la crisis por la que atravesamos y que tampoco sirvió para presentar soluciones y medidas realistas.