Se tenía en cuenta el curriculum de cada ingeniería frente al proyecto
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La adjudicación de la redacción del proyecto del puente entre el Barrio Pesquero y Raos ha levantado cierto malestar entre las tres consultorías cántabras que se presentaron al concurso de este proyecto de puente levadizo. La decisión de la Autoridad Portuaria de Santander no ha sentado nada bien porque a la hora de evaluar méritos no se tenía tan en cuenta el proyecto presentado como, principalmente, el curriculum de cada ingeniería.
El pasado viernes la Autoridad Portuaria resolvía adjudicar a la Consultoría Carlos Fernández Casado la redacción del proyecto del puente que unirá los muelles de Maliaño y Raos para el paso de vehículos pesados y el ferrocarril destinados al tráfico portuario.
Doce ingenierías españolas se presentaron a este concurso. Entre ellas figuraban Apia XXI, Silga SL y Arenas y Asociados, radicadas en Cantabria y que, tras conocer, el fallo lamentaron que a la hora de decidir la adjudicación pesara tanto o más la experiencia de cada consultoría que la oferta ofrecida en los respectivos proyectos. Juan José Arenas, responsable de Arenas y Asociados, lamentó que el aval para decidir la adjudicación fueran los trabajos anteriores sacados adelante por las consultorías presentadas, e incluso fue más lejos al apuntar que el proyecto presentado no había contado nada. Según esa regla, señaló, los que ya han realizado alguna obra se aseguran nuevos trabajos, mientras que los que aspiran por primera vez a un proyecto nunca tendrán su oportunidad.
El puente levadizo que se pretende construir descongestionará -sobre todo de vehículos pesados-, el tráfico de la calle Marqués de la Hermida y permitirá que aquella zona disponga de más terreno para el asueto. Se calcula que 200 camiones desviarán su ruta por esa nueva vía, y que se dispondrá de 45.700 metros cuadrados para un nuevo paseo marítimo.