Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
09/07/2008.- Al igual que España las grandes inmobiliarias y constructoras deben refinanciar sus deudas y hacer recortes de plantilla, la magnitud de la crisis en Reino Unido, con un descenso continuado de los precios y de las ventas, provoca que hasta sus compañías punteras tomen medidas similares.
La crisis inmobiliaria está siendo especialmente cruda en el Reino Unido. Desde el pasado mes de noviembre los precios de las viviendas sufren caídas consecutivas y ya reflejan el peor registro de los últimos 16 años. Algunos analistas pronostican, incluso, que la bajada de los precios podría llegar al 30%. A todo esto hay que añadir que el descenso de la demanda y las restricciones crediticias han provocado que se concedan en las islas la mitad de hipotecas que hace un año.
La situación se refleja en las compañías británicas y no se salvan ni las grandes, al contrario de lo que de momento ocurre en España, donde más o menos las promotoras y constructoras más importantes van refinanciando su deuda. Taylor Wimpey, la mayor inmobiliaria del Reino Unido, va a cerrar una tercera parte de las 39 oficinas que tiene repartidas por el país, lo que va a suponer el despido de 900 trabajadores.
Con estos recortes espera ahorrar 56,5 millones de euros a partir del último trimestre del año y empezar a hacer frente a la prevista depreciación de sus activos en 691 millones de euros sólo en el Reino Unido, en 88 millones en Estados Unidos y en 50 millones en España.
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