FIRMAS

Jordi Muñoz

NEGOCIO RECURRENTE EN EL HOGAR DIGITAL

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Director de proyectos de Domodity, Hogar Digital

La domótica está en auge, y lo más importante es que a la vez está transformando la forma de entender la vivienda, su concepto de mantenimiento y la necesidad de mejorarla continuamente. El progreso constante de las nuevas tecnologías y la sofisticación del Hogar Digital, ha supuesto que el inmueble deje de ser percibido como un “contenedor de elementos y personas” para convertirse en un “ente vivo” que se moderniza con el tiempo.

Es en este contexto de mantenimiento y modernización, donde aparece una nueva figura en el mundo de la construcción: el integrador domótico. Hasta ahora una instalación domótica terminaba con la entrega de la obra con los consiguientes problemas de mantenimiento. Gracias al integrador domótico, el propietario tendrá la seguridad que siempre tendrá un interlocutor en caso de fallo o necesidad de ampliación. Tenemos que partir de la base que las ventajas del hogar digital son tantas que un propietario se acostumbra a vivir con la domótica y si deja de funcionar de forma continua, desistirá para siempre, fracasando el concepto inicial de la instalación.

Si hacemos un símil con el mercado automovilístico, el hogar digital también necesita tanto de revisiones, ampliaciones como de mejoras. Cuando se avería nuestro coche, insistimos al taller mecánico en su reparación inmediata, y aquí está el éxito del taller. Si no lo arreglan, se pierde la confianza al coche y a la marca. De sobras es conocido, que en el sector de la automoción genera más negocio el servicio post-venta que la venta de vehículos. Este grado de necesidad nos lleva a hablar de dependencia en el hogar digtial, y con ello, el valor añadido del integrador domótico.

Con todos estos conceptos y tras años de trabajo con diversos promotores, en Domodity, llegamos a la conclusión de que el cliente del promotor debe ser también nuestro cliente, y a la larga establecer una relación de servicio post-venta que será nuestra fuente de negocio más importante. Además de ofrecerle una puesta en marcha, que es imprescindible, se le proporciona la posibilidad de ir ampliando paulatinamente la instalación, pues normalmente el promotor habrá hecho lo básico.

Este nuevo papel del integrador domótico ha sido hasta ahora inexistente en el mundo de la construcción, en el cual todos los que participan en la obra desaparecen una vez terminada. En cambio, en nuestro caso, nos convertimos en el elemento que “permanece” vivo y continúa manteniendo relación con el propietario, cosa que éste aprecia y que además relaciona con haber comprado una buena vivienda a un buen promotor, incluso a veces transmitiéndonos inquietudes sobre otros elementos de la obra al considerarnos su interlocutor.

La integración de sistemas domóticos, multimedia y de comunicaciones en el hogar permite aumentar el confort, el ahorro energético y la seguridad, así como disfrutar de nuevas formas de ocio y entretenimiento. Por ejemplo, simular presencia cuando nos vamos de vacaciones, conocer si se produce algún incidente doméstico como escapes de agua, controlar todos los dispositivos del hogar de forma remota o programar el ambiente ideal para disfrutar de una sesión de cine en casa, son algunas de las posibilidades a la hora de configurar nuestro Hogar Digital y desde Domodity nos aseguramos que todo funcione a la perfección.

La desaceleración que está experimentando la venta de viviendas obliga al promotor a ofrecer más servicios de valor añadido frente la competencia y la aplicación de elementos domóticos junto con los servicios de mantenimiento es una conquista asegurada.