ARQUITECTURA

Una joya en mitad de la naturaleza

Se trata de una vivienda unifamiliar aislada ubicada en la Urbanización Cala Tamarit de Tarragona

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
23/01/2008.- La edificación está situada en una parcela de 1.000 metros cuadrados de una urbanización residencial de baja densidad dentro de un extenso pinar frente a la costa y se destina a vivienda de vacaciones

Esta vivienda unifamiliar aislada ubicada en la Urbanización Cala Tamarit de Tarragona ha obtenido el IX Premio de Arquitectura con Ladrillo de la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt).
La casa consta de un volumen compacto bajo una cubierta inclinada en un 12% que se eleva del terreno sobre pilotes y continúa la plataforma de nivelación de la calle. El programa básico de la vivienda se sitúa en planta baja y sobre ella, en la parte más alta del volumen, se encuentra un estudio-biblioteca, abierto al estar mediante un gran vacío y al exterior gracias a una terraza que atraviesa el porche de doble altura, situado en el extremo de la casa.
Todos los materiales se han empleado en bruto y se les ha dado un tratamiento mínimo. En la construcción destaca el empleo de ladrillo cerámico de coloración irregular —que cambia a lo largo del día según la incidencia de la luz— y los paramentos de placas onduladas de poliéster, que durante la noche actúan como linternas.
Las circulaciones interiores y exteriores relacionan los diversos ámbitos de la vivienda entre sí y con el entorno y culminan en el plano de la cubierta, una superficie de césped artificial entre las copas de los pinos que permite contemplar el paisaje.
La vivienda se abre al jardín, mientras que la fachada de la calle, con orientación oeste, se protege mediante celosías.
En el interior, los acabados siguen el mismo criterio de austeridad del exterior y los arquitectos, María Luisa Bravo y Francisco Javier Solé, han diseñado algunos elementos del mobiliario, como los armarios-lámpara de los dormitorios, los lavabos de losa de granito, la mesa de comedor o una mesa circular de 1,80 metros de diámetro, que cuelga de la losa que atraviesa el porche mediante cables de acero y en los días calurosos es el centro de la vida social de la casa.
Las aguas pluviales procedentes de la cubierta se recogen en el nivel inferior, en donde se encuentra la terraza-solarium, y se conducen por una canal que discurre bajo la escalera que desciende desde la terraza al jardín hasta una arqueta, cuyo fin es filtrarlas en el terreno mediante un conducto de drenaje que riega el pinar.
La vivienda se completa con una piscina situada en la prolongación del espacio abierto de los porches, revestida con losas de pizarra verde y rodeada por una cubierta compuesta por tablas de madera de pino similares a las de la valla de la calle.
El terreno no edificado mantiene parte del arbolado y el manto de pinaza del pinar original, salvo entre la valla de la calle y la edificación, que posee un pavimento duro pero permeable, compuesto por adoquines de hormigón con plantas en las juntas para permitir la infiltración de las aguas y contribuir al confort ambiental.