INMOBILIARIO

El “síndrome Hábitat”: el negocio de la vivienda no da ni para pagar los intereses del crédito

La crisis del sector dispara la morosidad del sistema financiero español por encima del 2%

Roberto Pastrana | Lunes 20 de octubre de 2014
19/09/2008.- Los directivos de Habitat y los bancos acreedores dirimen el futuro de la empresa mientras el sector confirma algo que todos temían: la situación del mercado residencial es tan precaria que incluso refinanciar la deuda es insuficiente para salir adelante. En el caso de la promotora catalana, Bruno Figueras ha admitido que el pago de los meros intereses aboca a la firma a su desaparición.

En febrero Habitat respiraba aliviada al conseguir refinanciar sus deudas. La devolución del principal se posponía dos años, tiempo durante el cual sólo debía pagar los intereses. Medio año después, la laboriosa solución se ha revelado insuficiente ante el empeoramiento de la situación económica. Las cuentas del primer semestre reflejan unas pérdidas de 650 millones de euros, más de lo esperado.

Los malos resultados han reducido los recursos de caja a 50 millones de euros, de los que debería descontar en diciembre más de 30 millones para el pago de los intereses. Este hecho pone de manifiesto la incapacidad de las empresas enfocadas al mercado residencial para generar un flujo de caja con el que hacer frente a sus obligaciones, incluso en periodo de carencia.

Las negociaciones en Habitat se prevén arduas, al igual que en otras firmas que atraviesan una situación similar. Los bancos acreedores, atemorizados por la congelación del mercado interbancario, se enfrentan al dilema de conceder nuevas moratorias en los pagos o dejar caer a las inmobiliarias y ponerse a la cola en los concursos de acreedores.

Esta última opción conlleva la obligación de hacer nuevas provisiones y arriesgarse a la ruleta rusa. En este sentido, cabe reseñar el caso de Martinsa-Fadesa, en donde el BBVA tiene comprometido un crédito de 125 millones de euros de difícil cobro, ya que afecta a una sociedad vinculada. “La única forma de asegurar mínimamente el cobro de esta deuda es que el juez que lleva el caso decretase la acumulación de concursos con las empresas vinculadas”, afirma el aboado Francisco José Campá, quien recuerda que en ese caso la masa pasiva subiría de forma espectacular.

Casos como el de Martinsa-Fadesa y Hábitat muestran cómo la crisis inmobiliaria tiene consecuencias directas sobre el negocio financiero y viceversa. El Banco de España ha destacado que esta peligrosa relación está en el fondo del aumento de la morosidad, que ha superado por primera vez en diez años el 2%.

No sólo las empresas están causando estragos en las cuentas de cajas y bancos. Los particulares también encuentran cada vez mayores dificultades en hacer frente a sus hipotecas. En este contexto, las entidades han apostado por actuar con más rigor. En julio el crecimiento de los créditos fue del 7,9%, la mitad que un año antes. Todo apunta a que esta contracción continuará en los próximos meses, hasta acabar el año en un crecimiento del 5%, según la CECA y AEB.

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