AUTONOMÍAS

El Monasterio de Montserrat recupera el emblemático tren cremallera

La Generalitat ha invertido 57 millones en el proyecto

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El tren cremallera de Montserrat, un medio de transporte que desapareció hace 46 años por la irrupción del coche, se ha vuelto a recuperar ahora con una inversión de 57 millones de euros. El nuevo trazado tiene una longitud de 5,2 kilómetros y supera un desnivel de 550 metros.

Josep Ferrer
Tarragona

El cremallera significa "recuperar uno de los símbolos de Cataluña", afirmaba el pasado 11 de junio el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en el acto inaugural de este proyecto, mientras que su acompañante, el abad del Monasterio de Montserrat, Joseph María Soler, indicaba que "el sueño se ha hecho realidad" y que con él "gana el Monasterio, Monistrol y Cataluña".
El cremallera tiene un trazado de 5.238 metros de longitud, de los cuales 1.128 metros son de vía convencional y 4.110 de cremallera. Tiene tres estaciones: la de Monistrol de Montserrat que permitirá conectar con la línea Barcelona-Manresa de los Ferrocarriles de la Generalitat; la de Monistrol-Vila, donde se ha construido un aparcamiento gratuito para 1.000 coches y 70 autocares; y la de Montserrat, que, situada bajo la plaza de la Creu, se ha integrado plenamente en el paisaje y el entorno monumental y, además, ha supuesto ganar un nuevo espacio de 700 metros cuadrados.
El cremallera cruza el río Llobregat por el puente del Centenario, de 580 metros de largo por cinco de ancho. En su empinado camino hacia el monasterio sigue buena parte del trazado del antiguo cremallera. Cruza el puente de Les Guilleumes, de 12 metros de longitud, y el del Torrente de Santa María, de 73 metros, así como tres túneles, el de la Foradada, de nueva construcción y de 164 metros; y los ya existentes del Angel, de 17 metros;, y de los Apóstoles, de 210 metros. Las obras las ha ejecutado la unión temporal de empresas (UTE) Montserrat, formada por FCC, Comsa y Copisa.
Cinco trenes eléctricos panorámicos fabricados en Suiza por Stadler a Busnang cubren todo el trayecto en 17 minutos a una velocidad entre 24 y 45 kilómetros a la hora. Pueden transportar hasta 1.200 viajeros por hora con una frecuencia de paso de 20 minutos. En caso de mucha afluencia de gente se puede doblar la capacidad de la línea.
Las obras también han servido para hacer actuaciones medioambientales. Así, se han arreglado y señalizado los caminos del Angel, de Les Canals y de l'Aigua, y el atajo de Monistrol o de los tres cuartos y que son utilizados para acceder a pie al monasterio; se han sembrado semillas de especies autóctonas y se han plantado árboles en diversos puntos del trazado. Además, se han abierto nuevos pasos de fauna bajo las vías y se ha adecuado la catenaria para evitar el riesgo de colisión de las aves.