Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Aldesa será la responsable de que el módulo C del aeropuerto de Son San Joan amplíe su capacidad desde las 20 puertas actuales a las 33 que tendrá en algo más de año y medio. Las obras de remodelación permitirán que las instalaciones puedan albergar las operaciones de interconexión de vuelos.
AENA quiere que el aeropuerto de Palma sea más ágil. Las obras en el módulo C reducirán a la mitad la distancia media que existe entre el paso de los controles de seguridad y las puertas de embarque del módulo C. El proyecto, además, incluye medidas para minimizar los tiempos de escala.
AENA ha licitado la construcción de un nuevo dique de unos 9.500 metros cuadrados paralelo al pasillo que conecta los módulos C y D, la adaptación de la urbanización y los viales de la plataforma del módulo C, la construcción de cinco salas de preembarque en el módulo C, de cuatro embarques de remoto y de las dársenas para estacionar autobuses.
Asimismo, se creará una sala de embarque de 1.500 metros cuadrados en la fachada sur del pasillo que une los módulos C y D para las puertas de embarque con pasarela, dos rampas que permitan el acceso a las posiciones remotas desde las dos puertas de embarque del pasillo y una plataforma de estacionamiento de aeronaves de aproximadamente 10.500 metros cuadrados. También se ampliará en cerca de 2.150 metros cuadrados la zona comercial "Villas Mediterráneas" mediante la cubierta de los patios interiores.
En conjunto, se pretende que Palma esté preparada para operaciones de interconexión de vuelos, mediante la coordinación de diferentes rutas. El aeropuerto recibirá aviones de diferentes ciudades aproximadamente a la misma hora. Después de dar al pasajero tiempo suficiente para poder cambiar de aeronave, todos los aviones vuelven a volar hacia las mismas u otras ciudades. Este sistema favorece la mejora de las conexiones de la isla y aumenta los niveles de tráfico aéreo en temporada baja.
La operación hub, que según las previsiones en 2010 moverá a más de 4,5 millones de pasajeros al año en más de 32.500 operaciones, ha convertido el aeropuerto de Palma en un centro de distribución entre Centroeuropa y la Península.
Una de las características que define este tipo de tráfico es que involucra a un número elevado de aeronaves que deben realizar su operación prácticamente a la vez y a un flujo de pasajeros que, en su mayoría, sale de un avión para entrar en otro.