Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
20/04/2007.- La demanda de vivienda no bajará ade 500.000 hogares años año, pero los compradores ya no están dispuestos a pagar precios más elevados. Un estudio realizado por los promotores madrileños revela que los jóvenes e inmigrantes, potenciales clientes de la inmobiliarias, no pueden hacer frente a un mayor endeudamiento. La clave del futuro está en dos conceptos: diversificación y productividad.
La situación que se avecina no es preocupante, pero sí exigente. Así se expresa José Manuel Galindo, presidente de los promotores madrileños, que opina que la moderación del sector no debe hacer saltar las alarmas. Según un estudio que la patronal está redactando, la demanda se mantendrá fuerte gracias a los nuevos modelos sociales y familiares, así como a la inmigración. En total, estos factores mantendrán la necesidad de nuevos hogares en torno a los 500.000 al año. Sin embargo, lo que sí cambiará es la importancia del precio: "hay demanda, pero no a cualquier precio", afirma Daniel Martínez, director general del Grupo Planner.
A pesar de que la deuda hipotecaria de las familias sigue aumentando en cifras generales, un estudio pormenorizado de los datos demuestra que los que acuden a las entidades financieras solicitan cada vez cifras más elevadas para cubrir las aportaciones iniciales en la compra de un piso. La capacidad financiera de los compradores está al límite y no es probable que éstos acepten subidas como las de los últimos años. Galindo pronostica que para final de año la subida de los precios será similar al IPC, lo que supone un crecimiento cero.
A pesar de la ralentización del sector, los promotores descartan una crisis generalizada en la cifra de negocio de las empresas. "La diversificación de productos y mercados, con la consiguiente internacionalización, y el ya iniciado proceso de concentración empresarial, incidirán directamente en que el volumen de negocio de las empresas no caiga”, apunta Galindo. Las repercusiones en la economía nacional tampoco serán profundas ya que, según estas fuentes, el resto de sectores productivos contratarán la mano de obra que quede inactiva con una menor actividad constructiva.
Para compensar la ralentización del mercado español, las empresas se han lanzado a la diversificación geográfica. Pero esto no es suficiente. "La principal conclusión que se desprende de todo el trabajo de investigación y análisis que hemos realizado hasta ahora es que la clave para que el sector inmobiliario afronte el futuro con garantías de crecimiento está en el aumento de su capacidad productiva”, afirma con rotundida José Manuel Galindo.