Los arquitectos han utilizado la lógica para diseñar unas oficinas de cristal para la compañía Glashkoch
Roberto Pastrana | Lunes 20 de octubre de 2014
19/12/2007.- El equipo de arquitectos alemnes 3Deluxe ejecuta, en su primera obra permanente, un edificio que conjuga una piel externa transparente con unos interiores asépticos y de acabados orgánicos
El refranero popular certifica que en muchas ocasiones encontramos ausencias en lugares donde menos lo podríamos esperar. Aunque el herrero proverbial utiliza cubiertos de madera, el despacho alemán 3Deluxe ha utilizado la lógica para diseñar unas oficinas de cristal para la compañía Glashkoch, distribuidora de la marca de vidrio Leonardo.
El primer trabajo permanente de 3Deluxe ha obtenido varios galardones y menciones este año, entre los que sobresale uno de los premios del Club de Diseñadores Alemanes, concedido hace escasos días. El jurado reconocía con este galardón el tratamiento del espacio, tanto en el aspecto estético como en el funcional. A pesar de lo llamativo de su exterior acristalado, el aspecto más valorado del cubo de vidrio construido en la localidad de Bad Driburg, en el estado de Westfalia, es el interior del edificio, realizado con un cemento blanco que permite conseguir formas suaves y de reminiscencias orgánicas, que el ya centenario Óscar Niemeyer lleva años explorando.
La planta del edificio es diáfana en su mayor parte, en un intento de fomentar la multifuncionalidad de los espacios, que pueden acoger exposiciones, conferencias y otros eventos promocionales. En total, el cubo de vidrio tiene una superficie de 1.200 metros cuadrados, delimitados por una pared de cristal de altas prestaciones, como no podía ser de otra forma, tratándose de una empresa del ramo.
La planta cuadrada del edificio encierra un corazón de formas sinuosas. Esta zona, la única que permite cierta privacidad, encuadra un área destinada a eventos y muestras de carácter privado. Alrededor de este núcleo central, rampas y escaleras se combinan con las paredes blancas para formar pequeños espacios susceptibles de acoger actos como pequeñas reuniones o eventos comerciales de reducido tamaño.
El diseño no se circunscribe en exclusiva al interior del conjunto. Los alrededores también han sido modificados para encajar con la obra. Así, pasillos del mismo cemento blanco que forma la estructura del cubo se extienden en la pradera que circunda la obra, formado un entramado inmaculado sobre fondo verde. Por su parte, el entorno natural entra a formar parte del edificio gracias a las amplias vidrieras, que suministran luz natural y calor a los usuarios de esta obra.