Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
18/10/2007.- El sector industrial es de los menos castigados por la crisis financiera que está afectando al mercado residencial. Los pequeños inversores siguen invirtiendo en naves industriales, pero han optado por retirarse de los enclaves emergentes para apostar por la seguridad de las grandes ciudades. Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Málaga viven un momento álgido, con una ocupación histórica: el 95% del espacio disponible está contratado.
El sector industrial no teme la crisis. Los inversores en naves industriales verán como este año sus activos se revalorizan un 10%, según estimaciones de Jones Lang Lasalle. La cifra es la mitad que el año pasado, pero continúa siendo atractiva. Además, la demanda de nuevos espacios hace prever que el negocio se mantenga firme. Según explica la consultora, la rigidez urbanística está ralentizando la salida al mercado de zonas industriales y provocando que los proyectos logísticos se estén comercializando al 100% antes de su entrega en Madrid, Barcelona o Sevilla.
Por parte de los promotores, las rentabilidades del 5,75% están dificultando algo la obtención de financiación para nuevos proyectos, pero la existencia de una gran demanda insatisfecha impulsará esta cifra hasta el 6% o incluso un poco más, en opinión de Gustavo Rodríguez, director del departamento de Industrial y Logística de Jones Lang Lasalle.
Mientras la presión de la demanda tenderá a incrementar las rentas, en el lado negativo el sector industrial continúa su lucha denodada por conseguir suelos finalistas. “Ante la imposibilidad de promover, el suelo cambia de manos varias veces antes de su definitiva salida al mercado, lo que provoca el encarecimiento del terreno y la imposibilidad de promover proyectos logísticos por el escaso aprovechamiento del suelo”, afirma Rodríguez.
Los precios de los suelos muy próximos a Madrid y Barcelona superan los mil euros por metro cuadrado, según datos de la consultora, que constata una incisiva campaña en Zaragoza para hacerse con parte de la demanda. Así, un desarrollo como Plaza ha establecido su precio medio en 140 euros por metro cuadrado, cerca de una décima parte que en Madrid. Este hecho se refleja en las rentas: las más altas se registran en Barcelona (nueve euros por mes y metro cuadrado) y Madrid (siete euros), frente a los 3,60 de la capital maña.