DANIEL HELLÍN

26/07/2007.- Foresis, la empresa presidida y fundada por Daniel Hellín Ayala en 1979, es una de las pioneras en la introducción de la tecnología en el hogar, por medio de su sistema domótico HomeFor. Recientemente ha anunciado la creación de una nueva red gestionada por su empresa, que se dedicará a asesorar a sus clientes, constructores y promotores, en la introducción de elementos sostenibles en sus edificios, más necesarios que nunca, tras la reciente entrada en vigor del nuevo Código Técnico de Edificación (CTE). El objetivo último es la creación de edificios más cuidadosos con el medio ambiente y que cuenten con un alto nivel tecnológico.

¿Es diferente el discurso con promotores y constructores tras la mayor implicación en productos sostenibles?
Es nuestro diálogo desde hace veinte años, aunque con distinta intensidad. Puedes decir “a poca gente has convencido”. Ciertamente, porque, a veces, no hay más sordo que el que no quiere oír. Pero esto es un diálogo continuo. El promotor no va a recibir de nosotros un diálogo nuevo. Lo nuevo que va a recibir es nuestro intento por encauzar su petición en lo referente a las energías renovables. Nuestros productos pueden controlar, por ejemplo, instalaciones solares y queremos poder darle servicio a nuestro cliente en materia de energías renovables, sobre qué instalación elegir, etc.

¿En qué se notarán estos cambios en su servicio?
Hasta ahora, nuestro asesoramiento tenía unos límites, a partir de esta nueva etapa pasamos ya a un plano de ejecución. Es la variación más importante con la creación de esta nueva sociedad, que incorpora realidades, especialidades, proyectos y dispositivos en campos que, hasta ahora, Foresis no abarcaba, porque, ni vendíamos, ni proyectábamos energías renovables o conceptos de sostenibilidad para un edificio.

¿Cuál es la acogida en temas medioambientales por parte de los profesionales?
Yo soy optimista en cuanto a alcanzar cierta velocidad en el tema. Es evidente que hay factores que nos hacen ser optimistas. A mí me da igual por dónde venga esa preocupación, si al final, se centran en la aplicación de la tecnología en un edificio. Ahora, desgraciadamente, nos está ayudando la preocupación por los costes energéticos, pero queremos verlo de forma global. Cuando tratamos a un cliente de tecnologías, desde una perspectiva vinculada al sector, tienes abiertos más campos de otros servicios, para seguir con el diálogo sobre otros elementos y áreas del edificio. Lo que puedo decir, desde mi experiencia personal y profesional es que hemos llegado a esta decisión, no por una elucubración de una noche (aunque esto pueda valorarse desde fuera como una decisión oportunista), sino que, en los diálogos continuos sobre estos temas, hemos ido percibiendo, esta necesidad. Esto a parte de la circunstancia de que hoy, los edificios, no pueden ser obra en su diseño de una sola persona. Presentan la necesidad de un trabajo multidisciplinar cuyo ejercicio, es el que estamos haciendo en la construcción, englobando más disciplinas que se han convertido en necesarias dentro del edificio.

¿Pero qué respuestas ha encontrado en el sector?
Con preguntas de este tipo, me gustaría no ser subjetivo, porque todos sabemos hablar de todo subjetivamente y hacer estadísticas desde nuestra propia perspectiva. Yo te diría que, subjetivamente, el tema es muy bien acogido, pero porque hay un principio anterior y es que ya nos conocen por los servicios que ofrecíamos, no partimos de cero. Llevamos 25 años haciendo un trabajo y ahora vamos a incorporar algunos servicios más. Sin poner nombres, yo te diría que, en la última jornada sobre sostenibilidad que hicimos, había ilustres representantes de la promoción, de empresas que mandan un mensaje de sostenibilidad, grandes estudios de arquitectura. Hay muchas jornadas y conferencias por día y Foresis no es una empresa con una capacidad impresionante. El hecho de que se juntaran más de cien personas allí, quiere decir que el mensaje les interesa y que, probablemente, quien lo cuenta, la empresa, tiene cierta fiabilidad, ya que no queríamos un gran acto mediático, con fotógrafos y una difusión mediática intensa. Quiero decir que esto es un termómetro del estado de la cuestión. Antes de crear la sociedad ya nos hicieron consultas. Pero yo quiero ser sincero: son impresiones subjetivas. Supongo que te gustaría tener algún dato cuantitativo, pero no dispongo de ellos.

¿Quiénes son sus clientes principales en asesoría tecnológica, el campo en el que tienen más experiencia?
Nuestros principales clientes siguen siendo los mismos. El promotor en general, de residencial o de terciario. Nuestro objetivo es la empresa que promueve y la que proyecta y no vamos a variar nuestra línea de ataque, de búsqueda o promocional. Seguiremos yendo a por ese mercado e intentar reforzar los valores de éxito como socios tecnológicos, ser valorados por ello en el sentido de aportar nuestra experiencia a las necesidades del cliente. No vamos a cambiar un ápice el planteamiento de búsqueda: ese es el mercado al que queremos ir, con más herramientas, con más experiencia y con más intensidad.

¿Les da un empujón, como sector, el CTE, a los que se dedican a tecnologías para la sostenibilidad?
El CTE es un avance, ciertamente, pero ojalá hubiera venido antes. También es una ley de mínimos. Es decir, entiendo que a partir de este momento, los promotores tienen que tomar sus propias decisiones para identificarse en el mercado, exponer su singularidad. Uno puede preguntarse por qué Toyota hizo el tremendo esfuerzo inversor y tecnológico, para situar vehículos híbridos en el mercado. La respuesta es muy fácil: quieren ser líderes en imagen y son los primeros que han lanzado al mercado de manera seriada, no experimental, este producto, para dar esta imagen y también porque han visto que existe un mercado que va por encima de esa ley de mínimos, que quiere identificarse personalmente con los productos que utiliza. No hay porque ser un verde radical, pero si tienes tu conciencia social, que te lleva a pagar algo más por llevar este tipo de vehículos híbridos para limitar los efectos de la gasolina, es evidente que irás a esa marca. Este paralelismo se podría plantear y lo están planteando los promotores: ofrecer productos al mercado porque hay sectores de la población que se sienten identificados con esta problemática y que elegirán ese producto, porque es una aplicación de sus propias ideas. Por un lado, EEUU no ratifican el protocolo de Kyoto. Sin embargo, hay Estados de ese país que han establecido normativas infinitamente más exigentes que las que recomendó Kyoto, porque hay una demanda social para que eso se haga, por parte de los ciudadanos, los empresarios y los políticos. Muchas promotoras personalizarán su producto tomando la decisión de que una parte de su oferta esté por encima de los mínimos marcados por el CTE.