ENTREVISTA

CARLOS CUTILLAS

Presidente de Inmobiliaria Chamartín

"Camartín seguirá en el mercado de la vivienda pero no hará segunda residencia"

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
12/09/2007.- Un año después de que Inmobiliaria Chamartín duplicase su tamaño gracias a la compra de la lusa Amorim, la empresa que preside Carlos Cutillas afronta sin recelos el futuro, cada vez más independiente de los ciclos del sector en España. El impulso de la rama patrimonialista y las apuestas cada vez más importantes que ha realizado en el extranjero vertebran su estrategia para los próximos años, durante los que el máximo directivo de Chamartín confía en invertir una cantidad superior a los 500 millones de euros por ejercicio. Aunque gran parte de esta cantidad irá a centros comerciales y oficinas, Cutillas sigue confiando en el mercado residencial.

¿Cómo es la empresa que afronta el tramo final de 2007?
Inmobiliaria Chamartín tiene actualmente un 60% de su negocio en la rama patrimonial. Además, un 60% de nuestra actividad se realiza en el mercado exterior, en cinco países distintos. Nos hemos reforzado en patrimonio porque entendimos que era necesario. Tenemos la intención de impulsar este negocio hasta que represente un 75% de Inmobiliaria Chamartín. El resto será de desarrollo continuo.

¿Qué previsiones tienen para este ejercicio?
Este año tendremos unas rentas de 60 millones de euros, lo que supone un 12-15% del valor de activos. La facturación por venta de viviendas y oficinas estará este año en 450 millones de euros.

El año pasado compraron la inmobiliaria portuguesa Amorim por un importe superior a los 500 millones de euros. ¿Tienen alguna otra empresa en su punto de mira?
Estudiamos todos los meses alguna operación, pero hasta ahora no ha habido ninguna que nos haya interesado.

¿Se trata de posibles operaciones en España o contemplan algo en otros países?
De ambos tipos. En España seguimos comprando suelo. De hecho, hace poco adquirimos suelo para 500 viviendas. Pero también estudiamos inversiones en el exterior, para llegar a los dos 75%, en patrimonio y en mercados internacionales. La inversión en Europa es más segura y te protege frente a los ciclos de un país en concreto. Así pasó en España, en donde entendimos hace tiempo que iba a haber un ajuste, mientras que el Este iba a crecer. Por eso, en 2005 empezamos a operar en Alemania, a pesar de que decían que estaba hundida, porque confiábamos en su economía. Es uno de los mayores exportadores del mundo, con un 40% del PIB europeo. De Alemania pasamos a Polonia y a otros países del Este.

Hablando de ajuste, ¿qué opina de la situación actual del mercado?
Yo creo que no está ocurriendo nada extraño. Simplemente se está normalizando el sector, al bajar la venta de vivienda. Es algo que los profesionales del sector estábamos esperando y, de todas formas, no está ocurriendo nada que no haya pasado antes.
¿Hacia dónde va el mercado residencial?
El mercado está experimentando una autorregulación de la demanda. Si el potencial de absorción de España está en 400.000 viviendas al año pues ésas serán las que se venderán, pero no pasa nada anormal. No entiendo los mensajes alarmistas. ¿Van a regalarse pisos? ¿Van a bajar? Yo no lo he visto nunca y ya llevo unos años en este sector. Preveo que el año que viene el precio de la vivienda se acompasará al IPC, es decir, a un 3% como dice el Ministerio de Vivienda.

¿Inmobiliaria Chamartín va a seguir haciendo vivienda?
En la actualidad, la vivienda es un 30% de nuestra actividad y seguiremos haciendo vivienda a pesar de las previsiones de caída de ventas, porque creemos que es un bien necesario. No nos interesa ser exclusivamente patrimonial. Lo que no vamos a hacer es segunda residencia, que no ha sido una rama que hayamos tocado de forma importante. De hecho, en la actualidad no tenemos ninguna promoción en marcha y tan sólo tenemos un suelo de este tipo en Estepona.
También seguiremos en VPO, aunque por los precios estipulados actualmente no sea un buen negocio. Sin embargo hay que estar en este sector, que es vital para aquellos que no pueden acudir al mercado libre. En este sentido, me gusta particularmente la solución de alquiler con derecho a compra. Esta opción tiene grandes posibilidades de crecimiento ya que el alquiler en España es el 15% mientras que en Europa está en un 40%.

Entonces usted no cree que vayamos hacia una crisis ¿no?
Habrá crisis si el Gobierno y los medios de comunicación siguen dando noticias alarmistas a bombo y platillo. Si lanzamos al exterior mensajes de que no hay que comprar en España porque hay muchos ladrones en este sector estamos desanimando a 100.000 compradores al año. ¿Qué se descubre una trama en Marbella? Pues que metan a los culpables en la cárcel, pero sin ruido. El que la hace, que la pague, pero que no nos salpique a los demás.

El caso de Astroc también ha desatado una especie de psicosis, que está afectando a otras inmobiliarias a la hora de conseguir financiación. ¿Inmobiliaria Chamartín ha notado este cambio de actitud?
No. Al comprar Amorim hicimos una ampliación de capital poder para pagar esta operación, lo que dio entrada en nuestro accionariado a entidades como Caja Castilla-La Mancha y Morgan Stanley, que dan fiabilidad a la empresa. En la actualidad tenemos una deuda de 300 millones de euros, que responden principalmente al impulso de la rama de patrimonio, con lo que los activos cubren esa cantidad perfectamente. En caso de recurrir a los bancos para buscar financiación no creo que tuviésemos problemas para que nos concediesen crédito, pero de todas formas nosotros preferimos hacer una ampliación a pedir dinero a los bancos.

- Otra forma de financiación es la Bolsa. ¿Podría cotizar Inmobiliaria Chamartín a corto o medio plazo?
No. Descarto totalmente la Bolsa. Ha sido una opción que se ha planteado alguna vez, aunque nunca seriamente. Además, ahora mismo, la Bolsa no está en su mejor momento. Y no hablo sólo para el sector inmobiliario, sino para todos. Las empresas que vayan a salir deberán andarse con cuidado. Si la Bolsa estuviese mejor, quizá sería una alternativa que nos plantearíamos más a fondo.